Murió Jean-Louis TrintignantEl 17 de junio murió, a los 91 años, el gran actor Jean-Louis Trintignant, una de las caras más conocidas de la Nouvelle vague, y una presencia infaltable en el cine francés desde entonces. Su carrera fue rica y diversa, actuó en más de ciento veinte películas de todos los géneros, muchas de cine “de autor”, también muchas de gusto popular. Cuando Delon y Belmondo eran las grandes estrellas, Trintignant supo conquistar su propio sitio como una figura inigualable, fina, un poco misteriosa pero llena de encanto. Recibió premios en Cannes, Berlín y otros festivales, y trabajó con los más connotados directores: Costa-Gavras (Z), Claude Lelouch (Un hombre y una mujer), Bernardo Bertolucci, René Clément, Ettore Scola, François Truffaut, Dino Risi, Éric Rohmer… Una de sus primeras películas fue Y Dios creó a la mujer (Roger Vadim, 1956), donde junto a él surgió otro monstruo sagrado de la época: Brigitte Bardot. Actuó también con muchos grandes nombres del cine: Jeanne Moreau, Gérard Philipe, Klaus Kinski, Yves Montand, Cathérine Deneuve… Bandos municipales insólitosEstán abiertas las candidaturas para un concurso muy peculiar convocado por el sitio Curiosités juridiques,* donde participan (por lo regular en serio, pero también a veces en broma) muchos abogados y público en general. Se trata de presentar los bandos municipales más extraños, chistosos o poéticos que promulguen los alcaldes de los municipios franceses. Un antecedente lejano fue el del ayuntamiento de Châteauneuf-du-Pape en 1954 prohibiendo a los platillos voladores sobrevolar el pueblo y sus viñedos (lo cual fue una buena puntada que dio publicidad a los famosos vinos de la comarca, y los marcianos obtemperaron). En otro caso, en la comuna de Bressolles se prohibía a los pokémones instalarse en su territorio, y en Challans se conminaba al sol a brillar todos los domingos. El premio al decreto más insólito lo entregará en septiembre el ahora alcalde de Le Havre, que fue Primer Ministro cuando empezaba el anterior quinquenio de Emmanuel Macron.*curiositesjuridiques.frLo que pesan los editoresLas ediciones Fayard, una casa de gran reputación fundada en 1857, están en plena crisis; en los últimos días han perdido algunos de sus autores estrellas como resultado del cambio de jefa de la compañía. En abril renunció Sophie de Closets, una gran profesional muy respetada por el gremio, y ahora se nombró en su lugar a una periodista llamada Isabelle Saporta, bien conocida en los medios por sus posiciones ecolosocialistabienpensantes, con lo cual, por lo pronto, cinco importantes autores han dado el portazo, aduciendo que con la nueva editora no se sentirían en plena libertad, como ocurre en cuanto la ideología le gana a la inteligencia. Y el asunto no es moco de pavo: en un país de grandes tirajes donde se trata la actividad del libro con el máximo respeto, pues entre otras cosas representa mucho dinero, puede calcularse lo que significa la salida de una sola de esos cinco autores, la novelista Virginie Grimaldi, pues en 2021 se vendieron 877,000 ejemplares de sus obras. La escritora se despidió con una carta donde afirma que “mis valores y mis convicciones ya no empatan con la dirección que ahora toma la compañía”.