Los resultados electorales 2021 apenas están terminando de asentarse y la agenda pública y social ya luce tan conflictiva como antes de las campañas. Este 2021 comenzó inmerso en las peores rachas de la pandemia del coronavirus, ¿cómo olvidarlo? Pero cuando abril todavía era un mes recién nacido y las cifras de contagio y fallecimientos bajaban consistentemente, miles de candidatos se lanzaron en todo el país a pedir el voto de la gente.Pasados dos meses de campaña y una histórica jornada electoral del 6 de junio, y hay resultados tangibles:Morena y sus dos partidos aliados, PT y Partido Verde, tendrán 279 representantes en la Cámara de Diputados. Añado: algunos “incentivos” y sin mucho esfuerzo contarán con los votos de otras fracciones para tener esa llamada mayoría calificada, dos terceras partes del pleno, que les permitirá impulsar una reforma constitucional.Morena ganó 11 de 15 gubernaturas en juego. Toda la costa del Pacífico mexicano está, puede afirmarse, bajo la esfera de influencia del gobierno federal que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador; aunque en Oaxaca el gobernador es priísta, ha operado como aliado.La coalición PAN-PRI-PRD, que se lanzó con la pretensión de ser un dique para frenar el empoderamiento del presidente AMLO y la 4T, obtuvo resultados modestos que serán puestos a prueba en la Cámara de Diputados una vez que se empiecen a discutir reformas, paquetes presupuestales y demás temas de interés particular para cada fracción.Movimiento Ciudadano y el liderazgo del gobernador pasó la prueba en Jalisco y aún más, incrementó su representatividad con el triunfo de sus candidatos en la alcaldía de Monterrey (Donaldo Colosio) y la gubernatura de Nuevo León (Samuel García). El resultado es positivo, aunque lo más probable es que no refleje una influencia inmediata en el equilibrio de fuerzas.En cuanto a la fuerza de otros partidos políticos: monumental derrota para el PRI en las gubernaturas, aunque se esperaba. El PAN mantiene sus bastiones importantes, aunque ve reducida su representación.Después de este apretado resumen de la visión nacional, ¿qué es lo que sucede? Pues de inmediato el presidente Andrés Manuel López Obrador echa a andar su maquinaria política: se reúne con la cúpula empresarial (incluidos rivales tan enconados como Claudio X. González) y a cambio de propuestas de casi imposible realización, como no aumentar cobro de impuestos y desaparecer a los diputados plurinominales, anuncia que mantiene el propósito de hacer pasar su llamada reforma eléctrica para fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad, y algo mucho más polémico: considera entregar el mando de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional.Después de eso, la visita oficial de Kamala Harris quedó totalmente en el olvido.Dicho de otra manera: la crisis para la Cuarta Transformación no fue el proceso electoral, sino la pandemia del COVID-19.Morena sigue siendo un partido caótico, desorganizado, en el que sus diferentes facciones se enfrentan a muerte, pero todavía cuenta con el liderazgo indiscutible del presidente López Obrador que demostró, otra vez, que es un imán en las urnas electorales.Cierto, cierto… perdieron en la Ciudad de México. Pero eso no merma el proyecto lopezobradorista que se va descubriendo día con día en la rueda de prensa matutina en Palacio Nacional. Su página más reciente es la condena presidencial a la gente de la clase media, “aspiracionista” y “egoísta” que se opone a los pobres.¿Qué se anticipa en el horizonte? Tres años más de conflicto y polarización. jonasn80@gmail.com / @JonasJAL