Dos asuntos resaltaron sin duda el fin del 2018 y a la vez marcarán el inicio del 2019 en el país.Uno es la tensión política que causó la muerte de la gobernadora de Puebla, Martha Érika Alonso, a 10 días de haber asumido el cargo, tras desplomarse el helicóptero en el que viajaba con su esposo el ex gobernador y senador poblano Rafael Moreno Valle, quien también murió al igual que su asistente y los dos pilotos el pasado 24 de diciembre.El otro tema es el plan antihuachicol que presentó el Presidente Andrés Manuel López Obrador para tratar de poner fin al creciente e imparable robo de hidrocarburos de Petróleos Mexicanos (Pemex).La polarización social con la que terminó la elección en Puebla, por los reclamos de fraude electoral de los morenistas encabezados por el excandidato Miguel Barbosa, que llevaron la resolución hasta la última instancia de la Sala Superior del Tribunal Electoral de la Federación, se agravó tras las reacciones de los panistas luego del accidente, que llegaron incluso a responsabilizar al Gobierno federal de la tragedia.A estos ánimos caldeados entre los morenovallistas y los morenistas sin duda contribuyó la actitud asumida por el propio López Obrador, que descalificó el fallo del Tribunal que dio el triunfo a Martha Érika Alonso, y su anuncio de que no iría por ello a Puebla por el momento. También había enrarecido el ambiente político poblano la indicación de la dirigente de Morena, Yeidckol Polevnsky, de que ni las ni los presidentes municipales postulados por su partido tuvieran relación alguna con la recién llegada gobernadora, así como la petición a la bancada mayoritaria de Morena en el Congreso de mantener una postura de distanciamiento con el Gobierno estatal.Todos estos reclamos y posicionamientos morenistas fueron tomados como agravios por los morenovallistas, y su venganza vino justo en la ceremonia luctuosa de la gobernadora y del ex gobernador, cuando increparon y abuchearon a Olga Sánchez Cordero, la secretaria de Gobernación, que acudió en representación del Presidente a los funerales.Por este trato a la funcionaria en Puebla, y seguramente por las críticas que recibió en las “benditas redes sociales”, donde incluso se hizo tendencia el #AMLOasesino, el mismísimo Presidente justificó no haber acudido al sepelio de la gobernadora por el clima de linchamiento alentado, dijo, por sus adversarios conservadores “neofascistas”, “mezquinos” y “canallas”. Por las reacciones de desaprobación que recibió por esta narrativa de confrontación, López Obrador llamó el 28 de diciembre a acabar con los “gritos y sombrerazos” y entrar a una etapa de reconciliación y respeto.Habrá que ver si este llamado lo atienden de entrada las y los diputados locales de Morena cuando en los próximos días designen al gobernador o gobernadora interina que tendrá que convocar a elecciones en un plazo no mayor a cinco meses. Un gesto de generosidad sería que la bancada mayoritaria morenista deje en manos de un panista este interinato, veremos.Con el tema del huachicol continuamos mañana. No puedo terminar el primer RADAR de este 2019 sin desearle estimado lector, lectora, que este sea un año cargado de buenas noticias para usted y lo suyos. jbarrera4r@gmail.com