Hace cerca de 10 años (o menos, como cinco. Sin ofender ni aludir a nadie, claro), la lista de las cinco mayores marcas de automóviles en México era muy clara y todos la sabíamos de memoria: las tres estadounidenses más Nissan y Volkswagen. Pero dos fenómenos cambiaron esa historia y hoy esa lista tiene nuevos invitados: Toyota y Kia. De los coreanos ya he hablado recientemente, tanto sobre su espectacular desempeño como por las áreas de oportunidad como servicio y disponibilidad de refacciones. Pero Toyota se ha vuelto un tema interesante y su crecimiento reciente debe ser observado con cuidado.Mientras la mayoría de las marcas se puso a criticar a Kia por supuestamente vender autos al costo o más barato, como justificando su pobre desempeño, los japoneses de Toyota se pusieron a trabajar.Después de un inicio fuerte pero no espectacular a principios de la década pasada, Toyota estuvo un rato estancada en la sexta posición en ventas en México. Parecía que su objetivo era simplemente estar por delante de un viejo rival, que en volumen difícilmente le gana a Toyota: Honda. Las cosas comenzaron a cambiar cuando Ford fue perdiendo participación de mercado, lo que puso tanto a Honda como a Toyota por encima de ella. Pero ningún cambio fue mayor que la llegada agresiva de Kia, que movió el tapete de muchos. Incluso el de Toyota, solo que en este caso, para mejor.Toyota fue haciendo lo que toda empresa o persona debe hacer: aprovechar sus fortalezas. Mientras todos subían precios de manera casi desenfrenada, Toyota lo hizo de forma reactiva, según el mercado lo iba haciendo. En algunos casos con menos avaricia.Renovó productos como Highlander. Trajo el nuevo Camry y no satisfecha en tener en el mercado el híbrido menos costoso del país, el Prius, trajo su “hermano menor”, el Prius C, que pasó a ser un duro rival para los que están comprando vehículos de poco más de 300 mil pesos y antes solo tenían las opciones de sedán compacto o de mini SUV, ninguna híbrida. Con la CH-R entró al segmento de los crossovers subcompactos, el de mayor crecimiento en México en este momento.A todo esto, obviamente, se suma la reputación de ofrecer buenos servicios en sus distribuidores y un producto con un nivel de durabilidad superior al promedio, que hace que la gente se siente muy tranquila cuando se hace de un Toyota.En el tema de la seguridad la marca también ha estado trabajando a favor. Autos como el Corolla ofrecen ocho bolsas de aire, el Camry tiene 10 y la futura Rav 4 2019 muestra tecnologías que muchos autos de categoría superiores no tienen, como alerta de cambio de carril con dirección asistida.El resultado es que el crecimiento de la marca se ha visto. De estar en una especie de zona de confort hasta hace cerca de cuatro años, el cambio de mando que puso a Tom Sullivan en la silla principal de la marca en el país ha mostrado sus frutos. Al estilo de la marca, claro, de forma paulatina pero constante. Y si Kia quiere llegar a número uno en México, rebasando a Nissan, no la tendrá tan simple también -y tal vez principalmente- por causa de Toyota.