La llegada de Luis Joaquín Méndez Ruiz a la Fiscalía del Estado de Jalisco ha coincidido con hechos que la plantean un reto mayúsculo no solamente a él, también a la institución misma.En primer lugar, justo mientras los diputados deliberaban sobre la conveniente o no de que él asumiera el cargo dejando por Gerardo Octavio Solís Gómez, el magistrado defenestrado José de Jesús Covarrubias Dueñas, terminó por evadirse y pasar de ser miembro del Supremo Tribunal de Justicia, a un prófugo acusado de abuso sexual contra una menor de edad.Obviamente, se espera de la Fiscalía una acción contundente, y para Méndez Ruiz será una prueba fundamental frente a las organizaciones civiles que durante años han luchado por los derechos de género, y que ven en el caso del magistrado una oportunidad histórica para que las personas influyentes y con poder, sepan que sus abusos a las mujeres deben ser castigados.Y por otro parte, apenas unas horas después de que tomó el cargo, el fiscal del Estado enfrenta el indignante y doloroso caso del asesinato de un jovencito de 16 años de edad, Eduardo Salomón Puertos Gaytán. Personas armadas lo sacaron por la fuerza de su casa, donde estaba a solas con sus hermanos menores, a quienes escondió antes que los agresores abrieran a golpes la puerta de su domicilio.Para acentuar la gravedad del caso, se dio a conocer que antes de ser desaparecido, alcanzó a llamar por teléfono a su padre, a quien le pidió ayuda.Las redes sociales estallaron en apoyo y demanda de que reapareciera, y el objetivo se logró, pero al encontrarlo estaba sin vida. Había sido asesinado. Y peor aún, su cuerpo fue encontrado junto a otro hombre sin vida, en una finca que colinda con oficinas de la Fiscalía.Evidentemente, el asunto cae encima del fiscal recién llegado.¿Qué va a hacer? ¿Cómo procederá?Aún no termina de conocer los cajones de su nuevo escritorio en la oficina principal de la Fiscalía, y ya están sobre él la atención y el reclamo social.Al menos en el ánimo, Joaquín Méndez muestra entereza: “Al momento de ocupar el cargo, yo soy el responsable”, declaró a este columnista, cuando se le cuestionó en qué consiste su proyecto de “continuidad”, que fue lo que ofreció a los diputados antes de ser aprobado para ocupar el cargo.Entre las condiciones de desventaja, además de los dos graves casos apuntados, el nuevo titular de la Fiscalía reconoce que hay elementos de su institución que están coludidos con el crimen organizado, y se propone localizarlos, sacarlos de la Fiscalía y ponerlos a disposición de un juez.Admite también que hay más trabajo del que pueden hacer: cada agente del Ministerio Público tiene un promedio de 480 carpetas de investigación para atender al año. Muchas más de las que pueden integrar y resolver.Entre los puntos positivos, si puede así establecerse, figura el que se ha proyectado la contratación de 120 nuevas plazas para Ministerio Público y policías investigadores antes de que concluya el año.La suya es una tarea gigante.jonasn80@gmail.com / @JonasJAL