En este México tan herido, es tal la desesperación e impotencia de las madres buscadoras, que plantearon a cárteles del crimen organizado un “Pacto de Paz”. Y es tal la ineptitud y descaro del Gobierno de la República, que el Presidente Andrés Manuel López Obrador se pronunció de acuerdo con ello.En dos muy graves errores en materia de seguridad incurrió López Obrador durante la semana que está por concluir.El primero es el ya señalado, cuando a pregunta expresa de un periodista, el titular del Ejecutivo de la Nación validó que las madres buscadoras puedan negociar con criminales, lo que constituye una aceptación tácita de la incapacidad de su Gobierno para combatir de manera efectiva a los cárteles y a quienes con diversos fines desaparecen en este país a hombres y mujeres.En este contexto, cabe subrayar que ante la negligencia e ineficiencia de las autoridades mexicanas y la clase política en el poder, Delia Icela Quiroa Flores, defensora de Derechos Humanos y portavoz del Colectivo Nacional de Víctimas Diez de Marzo y Unión de Colectivos de Madres Buscadoras en Tamaulipas, pidió a los grupos delictivos parar la violencia.La carta está dirigida a los cárteles Nueva Generación, de Sinaloa, del Golfo, del Noreste, los Zetas Vieja Escuela, de los Salazar, de Tijuana, de Ciudad Juárez, de los Beltrán Leyva, de la Familia Michoacana y/o Los Caballeros Templarios, para pedir frenar las desapariciones, entregar los cuerpos de las víctimas para que reciban sepultura digna y respetar la búsquedas de los colectivos.“Lo único que queremos, es saber qué le pasó a nuestros familiares desaparecidos y que en el caso de que hayan fallecido tengan acceso a un sepulcro digno para honrar su vida en este mundo”, se lee en la carta.A esta petición se sumaron colectivos de todo el país como las madres buscadoras de Zacatecas, de Jalisco y de Michoacán.“Ustedes y nosotros tenemos algo en común, somos abusados por nuestro Gobierno, ustedes cuando son detenidos y nosotros como víctimas, que buscamos a nuestros familiares, al no tener quien nos defienda, porque ambos, víctimas e imputados, nos vemos obligados a realizar trámites judiciales que son una tortura interminable además de muy costosos, y quienes sufren todo esto son nuestras familias”, dice la carta.El Presidente López Obrador aseguró estar de acuerdo con el pacto de paz lanzado por las madres buscadoras.‘‘Todo lo que signifique hacer a un lado o no usar la violencia lo apruebo, y eso no tiene que ser por demanda sólo de la autoridad, sino es por decisión de los mismos integrantes de estas bandas’’, declaró el Mandatario, aunque horas más tarde tuvo que recular y explicar que lo que dijo no fue lo que quiso decir. Pero tanta basura no cabe debajo del tapete, y salta a la vista el fracaso del actual régimen cuando se trata de cuidar y proteger a los ciudadanos, baste señalar que de acuerdo con la Comisión Nacional de Búsqueda, en México existen 110 mil 777 personas desaparecidas y no localizadas (hasta el corte de las 10:09 horas del 30 de mayo de 2023). Mientras que Jalisco, Tamaulipas, Estado de México son las entidades que mayor número de casos acumulan con 14 mil 977, 12 mil 663 y 11 mil 843, respectivamente. Y en este sentido no es ocioso recordar el dato que en este mismo espacio proporcioné el sábado pasado, cuando en mi colaboración titulada “Los muertos de Andrés”, di cuenta que “de diciembre de 2018 al 24 de mayo de 2023 se han registrado 156 mil 136 asesinatos en México, lo que ha convertido al actual sexenio en el más violento de la historia”.Este dato proporcionado por el Inegi, y que coincide con las cifras que registra el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y el Reporte Diario de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, hizo enfurecer a López Obrador, quien en su conferencia Mañanera del pasado jueves 1 de junio, reconoció que su Gobierno es el sexenio con más homicidios dolosos en la historia reciente de México, sin embargo, acusó es resultado de la herencia que le dejaron administraciones anteriores; una justificación que a cuatro años y medio que acumula su Gobierno suena infantil, mañosa, reiterada, y sólo habla de la incapacidad e ineficiencia de las autoridades a su cargo que no han podido solucionar el que fue quizá el principal problema que debió haber atendido a su llegada, pero su inútil estrategia de “abrazos no balazos” fracasó y seguramente pasará a la historia como la política pública más estúpida de que se tenga memoria. El segundo error de Andrés Manuel en esta agonizante semana radica en su cinismo para presumir -como bien lo relata un medio de comunicación nacional- que grupos del crimen organizado en México respetan a los Servidores de la Nación aún en los retenes. “Hay casos en donde detienen a alguien de los que trabajan en las comunidades, algún grupo de la delincuencia, pero como usan un chaleco ya los identifican y los respetan”, declaró.Y enseguida platicó una anécdota que seguramente le pareció graciosa:“Me contaron hace poco que dijeron: ‘No le ha llegado el apoyo a mi abuelita’, le dijo un muchacho (delincuente) a un Servidor de la Nación, que estaban en un retén y tenían que ir a trabajar los promotores, que mi respetos para ellos, porque están abajo, en el territorio, territorio, no escritorio. Y le dijo: ‘Bueno, pues en dónde vive tu abuelita’, pues en tal pueblo, dame los datos, no, cómo te voy a dar los datos, pues entonces no se puede, bueno, cuando regreses alguien te va a entregar los datos”, agregó.Es decir que el Presidente, no conforme con aceptar que las madres buscadoras -a las que su Gobierno no apoya y él no recibe para escuchar sus demandas- negocien con el crimen organizado, se jacta de que los integrantes de la delincuencia que tienen tomados múltiples territorios por todo el país respetan a quienes portan chalecos guindas; y relata abiertamente cómo los cárteles operan y controlan caminos y accesos a comunidades.Tantita madre, señor Presidente. opinión.salcosga@hotmail.com