¿Con qué métrica se mide la relevancia de un suceso cuando un hombre y una mujer, en eventos distintos, son víctimas de la delincuencia en circunstancias similares, pero no se le brinda la misma atención? La semana que se fue me trajo un amargo sabor de boca. A mitad de la noche, el pasado jueves recibí la información de una mujer que fue despojada de su camioneta en la colonia López de Legazpi y arrollada por sus agresores cuando éstos huían. Se llamaba Susana, Susy como le decían de cariño, tenía 60 años y murió a unos pasos de su casa. Me llegó el insomnio. Recorrí las calles de esa colonia día tras día durante años.Horas más tarde se dio a conocer que el ex secretario de Salud Antonio Cruces Mada fue localizado maniatado y golpeado en la vía pública tras ser privado de la libertad y despojado de su vehículo y su dinero. Tuvo la suerte de ser encontrado con vida, aparente víctima de la delincuencia.Del primer caso apenas leí un par de notas escuetas que resumían hechos sin responsables capturados; del segundo, el despliegue que corresponde a una figura que alguna vez fue pública por su condición de funcionario de gobierno, pero que tras de sí tiene varias investigaciones en su contra derivadas de un aparente mal manejo de recursos durante su gestión en el gobierno de Aristóteles Sandoval.Del silencio al ruido mental y de regreso. Me sigue sorprendiendo cómo se puede mirar de lado o cerrar los ojos frente a un suceso tan relevante como la pérdida de una vida, otro homicidio doloso -si acaso no se le quiere brindar una perspectiva de género-, uno de ésos que van a la baja según las autoridades, porque a Susy no sólo la despojaron de su vehículo, los delincuentes la arrollaron una vez que ya tenían en su poder sus pertenencias. Mientras la delincuencia se organiza cada vez mejor y la violencia no para, la falta de atención y de perspectiva es lo que nos coloca en el ojo de la crítica. El caso de Zoe, la mujer transgénero agredida con ácido hace unas semanas, nos enseñó lo poco receptivas que pueden estar las instituciones para brindar atención de emergencia en nuestro Estado. De igual manera, un asalto con violencia puede quedar en el sótano mientras otro queda en la primera línea de investigación.Perspectiva es lo que hace falta para dar peso a los hechos, para darse cuenta de lo que se pierde cuando se despoja de la libertad o de la vida a una persona, porque en ese acto un núcleo se vuelve vulnerable hasta la médula. Susy forma parte de la lista creciente de homicidios dolosos a mujeres. En Jalisco se registraron 156 entre enero y septiembre de este año. Queda pendiente la deuda con ella para encontrar a los responsables, ésos que tan sólo minutos después de despojarla de su vehículo lo abandonaron como si ya no tuviera valor, como si en ese acto no se le hubiera ido la vida a una mujer; y queda pendiente la deuda con su familia, pues la reparación del daño es un rubro en el que difícilmente se puede incidir. La no repetición, ojalá pudieran garantizarla las autoridades, no sólo para los deudos de Susy, sino para todos aquellos que han sido víctimas de la delincuencia y lo único que han encontrado como respuesta es la impunidad.puntociego@mail.com