Lo conseguido con tanto esfuerzo y pasión por un seleccionado de béisbol que en 2019 nos hizo soñar con una medalla olímpica tras conseguir su boleto para participar por primera vez en la historia del beisbol mexicano en unos Juegos Olímpicos, ha terminado por convertirse en una terrible pesadilla a manos de una selección diferente, que bajo el mando del manager Benjamin Gil, y un pelotón de dirigentes y funcionarios apáticos, negligentes, y ávidos de poder, han propinado al béisbol mexicano y a la noble afición azteca un escandaloso descalabro que deberá tener consecuencias funestas para los responsables de tan mayúsculo ridículo.El ex manager Juan Gabriel Castro y el gerente administrativo Kundy Gutierrez, alertaron con toda oportunidad lo que estaba ocurriendo en torno al equipo tricolor, señalando además que les querían imponer jugadores como Adrián González Sabín “El Titán”, y en ello encontraron su despido injustificado de la selección que ellos condujeron al triunfo después de ganar el Premier12 y otorgar a México el boleto a Tokio tras la eliminatoria en la Súper Ronda de Japón.La llegada de Benjamin Gil al timón no fue menos polémica, lo mismo que su conducción. Aquí también reiteradamente comentamos la desorganización, la opacidad, los manejos y la grilla barata que se estaba generando entre federativos, directivos y dueños de equipos, y de cómo se podía afectar el desempeño del seleccionado nacional.“Estamos al cuarto para las 12” del arranque de los Juegos Olímpicos de Tokio, y ya preocupa la total descoordinación que se observa en la Selección mexicana de beisbol que por primera vez participará en la justa veraniega”. “A reserva de conocer la composición, la prospectiva y el armado del equipo, siguen faltando figuras de la talla de Roberto Osuna, Amadeo Zazueta, Jesse Castillo, Matt Clark, y Luis Alfonso Cruz, entre otros, quedando de manifiesto que “ni son todos los que están, ni están todos los que son”. (Bambinazos 7/07/21).Lo único que se ha hecho evidente es una total descoordinación, falta de comunicación, falta de acuerdos, y hasta de respeto entre los involucrados, sin menoscabo de que se pudiera incluso elucubrar algunos pleitos por intereses o desavenencias.(Bambinazos 9/07/21).La historia ya también la conocemos; se integra un roster en donde solo permanecen pocos de los peloteros que participaron en la obtención del pase a Japón. Y una vez allá, se pierde ante República Dominicana y luego ante Japón. Quizá las dos derrotas pudieron haber estado en el scrip. Pero a lo que no se puede dar crédito es a haber sido echados por paliza de la competencia por un rival como Israel, un país que ni siquiera cuenta con una liga sólida.Ahí están los resultados y ahora toca ver se exhiba a los responsables con nombres y apellidos y que se apliquen castigos ejemplares.Edgar González Sabin, titular de la Oficina de la Presidencia para la Promoción y Desarrollo del Beisbol (Probeis), debe ser uno de ellos. Otro, el presidente de la Federación Mexicana de Beisbol (Femebe), Enrique Mayorga, quien para mayor referencia, se dice que ni siquiera acudió a la cita olímpica por cederle su lugar a Edgar González -que no tenía absolutamente nada qué hacer en esa delegación-. Entre más posibles responsables estarían el presidente del Comité Olímpico Mexicano (COM), Carlos Padilla, y la directora de la Comisión Nacional del Deporte (CONADE), Ana Gabriela Guevara, sin quitar responsabilidad a la titular de la Secretaría de Educación Pública, Delfina Gomez, siendo que bajo su égida se encuentra la CONADE.Del sueño de una medalla que albergamos en 2019 pasamos en solo tres días a la peor pesadilla; al fracaso más estrepitoso en la historia de este deporte en nuestro país, y en esa tesitura vamos a esperar las consecuencias y castigos para los responsables.