Retirarse los implantes de seno se ha vuelto cada vez más común, tanto que podría parecer que se trata de una nueva moda, pero no; poco o nada tienen que ver con un tema estético o de imagen, al contrario, es más por una cuestión de salud y hasta de vida. Las historias de mujeres, de todas las edades y de distintas partes del mundo, van desde la prevención (se relacionan las prótesis mamarias con el linfoma anaplástico, un tipo de cáncer), o porque los implantes se rompieron o porque la vida útil de las prótesis concluyó y, desde hace un par de años, también porque se les vinculan con el Síndrome de Asia; se trata de una enfermedad autoinmune e inflamatoria, que desarrolla el organismo al detectar cuerpos extraños, como los implantes mamarios.“Ya lloré con la esperanza de seguirme curando de muchos síntomas porque pues ya no tengo las prótesis. Es un proceso que requiere de mucha paciencia”, compartió la modelo colombiana Ana Sofía Henao, que se sometió este año a la explantación. “Poco a poco he ido sanándome de ciertas dolencias, esta es mi realidad, esta es mi reconciliación”, dice en un video publicado en @explantar¬¬_ de Instagram.Hay quienes comenzaron con inflamación o hinchazón en distintas partes del cuerpo, ronchas, dolor de huesos, alteración de la tiroides hasta fatiga crónica, ataques de ansiedad, insomnio y depresión… Los testimonios coinciden además con el tortuoso peregrinar que tuvieron que atravesar, yendo de médico en médico, de especialista en especialista, sin saber qué tenían o qué les estaba pasando. Tras descartar y descartar padecimientos, cada una fue dando con la causa de su malestar: los implantes y el Síndrome de Asia.“Algunos de sus síntomas son: dolores musculares, dolores articulares, fatiga crónica, ataques de ansiedad, fibromialgia, dermatitis, depresión, piel seca, confusión, neblina mental, manchas en la piel, vértigo, tinitus”, explica el médico Ignacio Buenrostro, especialista en Cirugía Plástica y Reconstructiva, quien realiza cada mes, en promedio, 22 cirugías para el retiro de prótesis mamarias, por esta u otras razones. “La forma de diagnosticar el Síndrome de Asia es por exclusión. Esto quiere decir que es necesario descartar las otras posibles causas de los síntomas. Si se retira la cápsula con el implante y mejoran las pacientes esa es la forma de diagnosticar”, puntualiza el especialista. Es decir, no todas las mujeres desarrollan esa enfermedad autoinmune; es como la ruleta rusa, quizás tu cuerpo acepte y se adapte al implante o tal vez lo rechace, al colocarlas o con el paso del tiempo.Colocarse o no implantes o realizarse cirugías estéticas es decisión de cada persona, y nadie debe ser juez o juzgar a quienes se someten a ese tipo de operaciones (cada quien su cuerpo). Pero esa libertad de modificar su cuerpo conlleva la responsabilidad de cuidarse, de realizarse revisiones periódicas (mamografías, ultrasonidos) y acudir con médicos especialistas certificados. Porque si existe un antes y un después de colocarse los implantes, también lo hay al momento de tener que retirarlos. Y que, en cualquier situación, sus decisiones sean acertadas y desde el amor a su cuerpo y a la vida.