El IEPC Jalisco solicitará 498 mdp para los partidos políticos en Jalisco en 2022. Esto es el doble de lo que recibieron este año electoral. Un despropósito.Sin asignar montos específicos, la autoridad electoral apartó dos bolsas: 117 mdp para partidos con registro nacional (MC, PAN, Morena, Verde) y 380 mdp para partidos locales (Hagamos y Futuro).Se trata sólo de una estimación a partir de una laguna legal, diferentes formas de interpretar la ley y la judicialización del proceso. Todos estos problemas causados por la misma clase política que hoy dice indignarse por el monto extraordinario. Esa cifra sólo le pone tamaño al botín que deberá discutirse a finales de año.*** ¿Pedro Kumamoto es culpable de que hoy el sistema de partidos tenga un costo millonario? En todo caso no lo es menos que los diputados de Movimiento Ciudadano y del PRI que apoyaron en 2017 la reforma #SinVotoNoHayDinero.El problema de esta iniciativa es que dejó un hueco imperdonable: acotó el presupuesto para partidos con registro nacional bajo el argumento correcto de que tienen doble financiamiento, pero no aclaró qué pasaría con las prerrogativas para partidos locales.Ese hueco generó dos fórmulas, la nacional y la local, para calcular el presupuesto de los partidos, lo que hoy nos tiene metidos en este debate. ¿Cuál debe aplicarse y a quién? En eso se resume todo el tinglado.Se suma que la deficiencia legislativa es aprovechada por los profesionales de la impugnación y la distorsión jurídica.Por eso cuando los dirigentes de Futuro y Hagamos sostienen que no aceptarán sino lo que diga la ley (ni un peso más, ni un peso menos), ignoran con saña o inocencia que justamente el problema es que no estamos de acuerdo sobre qué dice la ley.La del legislador es una de las figuras del ámbito público más incompetente. De la clase política es la menos confiable para los mexicanos: el 73% confía poco o nada en ellos (INEGI, 2020). Puedo sostener, basado en la experiencia de entrevistar a decenas de diputados, que una gran cantidad de iniciativas y reformas se aprueban sin ser leídas siquiera por el diputado promovente. En otras palabras, el diputado la hace, y nosotros la pagamos.*** El doblediscurso (mostrar un lado de la moneda según convenga la situación) es una de las capacidades más desarrolladas de nuestra clase política. Y se localiza claramente en el reclamo de Hagamos Jalisco.Este partido, junto con el PRD, el PT y Somos, impugnaron ante el Tribunal Electoral local la repartición de presupuesto para partidos políticos este año. Con el recurso de apelación lograron que se les diera más dinero al exigir que se les aplique la fórmula nacional.Hagamos, Futuro y Somos duplicaron su presupuesto (5 a 10 mdp). Encuentro Solidario, RSP y Fuerza por México también (1.8 a 5.8 mdp). El PT y el PRD no tendrían presupuesto, pero al final lo recibieron dinero público (1.8 mdp cada uno). La acción de unos cuentos benefició a todos. ¿No es esa una lógica de camarilla? En otras palabras, hoy venden la solución cuando también fueron la causa del problema.A estos recursos legales se sumaron tres acciones de inconstitucionalidad (165/2020, 166/2020 y 234/2020) de Somos, Morena y PRD para modificar los criterios de asignación de presupuesto.Esto revela una lógica para judicializar cualquier proceso a conveniencia. No se trata de cumplir la ley sino de reinterpretarla, encontrar los huecos y obtener por la vía de un juez las dádivas que la ley no da. La solemnidad de la expresión: lo dictó un tribunal, zanja cualquier debate y legitima el botín. Lo que sueltan con una mano, lo impugnan con la otra para recuperarlo.Finalmente, cuando los partidos dicen que devolverán parte de su presupuesto muestran desconocimiento: no existe un mecanismo legal para regresar ese dinero y darle uso. Gastarlo o aplicarlo en cualquier otro rubro que no sea para el sostenimiento de los partidos deriva en un delito: desvío de recursos. Decirlo, a sabiendas de que es imposible, sólo es un desvarío o una mentira. *** Si no vigilamos y entendemos el debate, los partidos políticos suplirán votos con tontos. Y los tontos seremos nosotros por no vigilar a la próxima Legislatura local y a la autoridad electoral que ya le puso tamaño al botín. Los 500 millones para partidos políticos en Jalisco son apenas el preludio. Comenzó el martilleo y la puja. Y ellos saben que sin tontos, no hay dinero.