El Frente Amplio por Jalisco posee una certeza absoluta: perderá la elección a la gubernatura. De esta manera, sólo puede elegir la forma en que perderá y, con esto, a quién ayudará: a Movimiento Ciudadano o a Morena.En una Entidad antimorenista como Jalisco, una candidata fuerte del Frente Amplio por Jalisco estorba a Movimiento Ciudadano. En otras palabras, podría hacerle sombra a Pablo Lemus en una contienda en donde Morena disputará la gubernatura con una mega alianza.En cambio, un perfil irrelevante o salida de la burocracia partidista, que inspire poco y jale menos votos en una campaña de brazos caídos, le permite a Movimiento Ciudadano aglutinar y capitalizar el antimorenismo. Es decir, lo hace más fuerte porque evita pulverizar el voto antimorena.¿Por cuál de estas dos opciones se decantará el Frente local? Hasta ahora hay señales de que ayudarán, en la medida de lo posible, a que se consolide el triunfo naranja.En la elección de 2018 a la gubernatura, el PRI obtuvo el 16 por ciento de la votación, el PAN sacó el 11 por ciento y el PRD apenas el uno por ciento. Significa que el bloque sumó apenas el 28 por ciento de la votación total, insuficiente para ganarle a Enrique Alfaro que en esa contienda arrasó con el 39 por ciento de los votos. Por su parte, Morena obtuvo el 25% de los sufragios. Bajo este escenario, una buena o mala candidata puede influir de manera significativa en el resultado si se cierra la contienda.Supe que Xóchitl Gálvez, en medio de una candidatura presidencial tambaleante, está en busca de un perfil más ciudadano. Parece que la panista actúa de buena fe con la idea de consolidar una candidata competitiva en Jalisco. Pero sus intenciones, por muy nobles que sean, jamás estarán por encima de negociaciones cupulares entre las dirigencias locales del PRIAN y los poderes fácticos que llevan seis años como esquiroles del gobernador Enrique Alfaro.El Frente Amplio por Jalisco puede alargar su indecisión hasta el 11 de febrero, fecha límite para definir candidato a la gubernatura. Hasta ahora ha renunciado a la precampaña que termina el 3 de enero. ¿Seguirá sin candidato hasta esa fecha? Cada día se pierde una oportunidad valiosa de hacer un papel un poco (pero sólo un poco) menos indecoroso porque el PRIAN no tiene ninguna oportunidad. Hasta ahora las precampañas corren a ritmos muy distintos para cada partido. En dos semanas, Pablo Lemus ha visitado 27 municipios de la metrópoli y del interior del Estado. Claudia Delgadillo, designada candidata con una semana de retraso, todavía demoró más el arranque de su precampaña hasta la visita de Claudia Sheinbaum el sábado pasado. Queda clara la disciplina partidista y organización de los naranjas para aprovechar cada minuto de precampaña. El Frente Amplio por Jalisco ni siquiera ha definido su candidata.
