Estamos a 96 horas -próximo martes- de una elección presidencial que no solamente tiene interés en Estados Unidos, sino que también es crucial para México por los cambios que se pudieran presentar primordialmente en los temas comerciales y de migración -como nuestro principal socio comercial-, dependiendo de quien llegue a la Casa Blanca a partir del 20 de enero. Si Kamala Harris hace historia, será manejable la relación y habrá márgenes “normales” de maniobra, pero si Donald Trump regresa a la oficina Oval, ¡agárrense!En la antesala de la contienda electoral es todo un galimatías la interpretación de los sondeos de preferencia y nadie puede asegurar con certeza quién va a ser el que logre llegar a los 270 votos electorales para convertirse en el presidente 47 de la nación vecina y empezar a despachar el año próximo desde el 1600 de la Avenida Pennsylvania en Washington.En el promedio de las encuestas de opinión, Kamala Harris aparece con el 49 por ciento de la preferencia, por 48 por ciento de Donald Trump, lo que significa un empate técnico. Ahora bien, el ganar la preferencia general no garantiza la victoria electoral -como sucedió en el 2016 cuando Hillary Clinton ganó la mayoría del voto y Donald Trump logró los votos electorales-, recordando que no es la mayoría la que elige, sino los votos electorales que representan cada uno de los estados. Y en este sentido, hasta ayer -de acuerdo al panorama que presenta el diario The New York Times-, sin tomar en cuenta a los siete estados ‘péndulo’ o ‘bisagra’ -que deciden la elección-, Harris tiene 226 votos electorales, por 219 de Trump. Y con las proyecciones de preferencia en esos estados, solo en Michigan gana Harris, están empatados en Wisconsin, mientras Trump saca ligera ventaja en Nevada, Carolina del Norte, Pennsylvania, Georgia y Arizona, lo que inclinaría la balanza para el expresidente con 287 votos electorales, por 241 de Harris. Sin embargo, los antecedentes nos dicen que esos estados pueden cambiar el rumbo de la elección y la historia, dependiendo de la astucia de los candidatos y sus campañas para cambiar la opinión de los votantes indecisos en los temas más polémicos o trascendentes.En las pasadas elecciones presidenciales (2020), 155 millones de personas votaron -81 millones para Biden y 74 para Trump-, sin embargo, por la atención que ha levantado esta elección se espera que el número de votos sea más elevado y hasta ayer jueves casi 59 millones de votos -casi una tercera parte de los estimados- ya habían sido emitidos. “La moneda está en el aire”.¿Usted, qué opina?