Este verano Europa vendrá al continente americano para enfrentar a Chivas, pero hace 55 años fue el Guadalajara el que se desplazó hasta el Viejo Continente para escribir uno de los capítulos más importantes de su historia.En 1964 Chivas se convirtió en el primer equipo mexicano en jugar una gira en Europa, donde estuvo 27 días y jugó 10 partidos enfrentando al Barcelona, Sporting de Gijón, Sevilla, Lille, Standard de Lieja, Werder Bremen, Slovan Bratislava, Angers, Rouen y Mestalla. El balance final fue de dos victorias, cuatro empates y cuatro derrotas para los rojiblancos.El viaje del Guadalajara ocurrió en un momento crucial en la historia del equipo. Chivas estaba en plena época del Campeonísimo, con Javier de la Torre como entrenador, y apenas coronado Campeón de Campeones ante América, que se estaba convirtiendo en el principal rival del Rebaño.En Europa esa edición del Guadalajara brilló en todo su esplendor: “Chava” Reyes hizo goles (10 en ocho partidos), el “Tigre” Sepúlveda defendió haciendo honor a su apodo, el “Cuate” Calderón voló para evitar goles y el “Jamaicón” Villegas no dio muestras de la supuesta melancolía por México que lo había hecho famoso en los viajes con la Selección.Aun así, la gira no careció de sobresaltos, sobre todo en la España franquista. El partido contra el Sevilla fue una batalla campal en la que Chaires recibió una patada que le desprendió algunos dientes y Reyes fue expulsado por una pelea en la que ni siquiera participó.A su regreso, Chivas fue recibido de manera tumultuosa, primero en la Ciudad de México y después en Guadalajara, con mariachi y la presencia del gobernador Juan Gil Preciado, el presidente municipal Francisco Medina Ascencio y Felipe Zetter como representante de Clubes Unidos de Jalisco. Faltó sólo el presidente de la República, Adolfo López Mateos, quien no se olvidó de enviarle un telegrama de felicitación a “sus chivitas”, como él las llamaba.Una fotografía de ese día muestra a los jugadores del Guadalajara en el balcón del Palacio de Gobierno, vestidos de traje y atónitos ante una Plaza de Armas abarrotada para celebrarlos.A finales de ese año el ingeniero De la Torre hizo para este diario un recuento de su experiencia en Europa. Para el entrenador era obvio que en general en el Viejo Continente el juego era más limpio (Chaires fue el único lastimado en la gira) y requería mayor preparación física, aunque veía a los mexicanos a la par en lo que se refería a marcación y estrategia.En esa gira uno de los partidos más frustrantes para el Rebaño fue contra el Rouen. Según la crónica del encuentro, el Guadalajara jugó mejor y si los franceses le empataron fue gracias a un error arbitral. Hubo empujones y los jugadores casi llegan a los golpes, pero Guadalajara se ganó el respeto de sus rivales.“Ah, con algunos de ellos en nuestras filas formaríamos un gran equipo”, habría dicho el técnico del equipo francés.Tal vez algún entrenador vuelva a decir lo mismo el próximo verano, cuando Europa venga a visitar al Rebaño.