Viernes, 22 de Noviembre 2024

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Sheinbaum tiene de verde, lo que Andrés de veraz

Por: Salvador Cosío Gaona

Sheinbaum tiene de verde, lo que Andrés de veraz

Sheinbaum tiene de verde, lo que Andrés de veraz

Con dos dedos de frente, cualquier persona sabía que era una falacia la promesa del entonces recién nombrado Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien en diciembre de 2018 garantizó que la construcción del Tren Maya, una de las obras insignia de su sexenio, no ocasionaría el derribo de un solo árbol en la selva al sureste del país. Pero de acuerdo con un reciente informe de su propio Gobierno, la edificación del Tren ha ocasionado a la fecha el derrumbe de 7 millones de árboles y contando.

Difícilmente vamos a encontrar en este país alguien que mienta más que el Presidente Andrés Manuel López Obrador, siendo que de acuerdo al último corte de quienes llevan el conteo de sus mentiras pronunciadas tan solo en las conferencias mañaneras, al 7 de julio de 2023 ya sumaba más de 100 mil, entre falsedades y compromisos incumplidos.

Y justamente uno de esos compromisos incumplidos es el que nos ocupa en esta colaboración. Aunque ciertamente, habrá que decir que solo los muy estúpidos y los muy fanáticos de la Cuarta Transformación lo creyeron, pues estaba visto que sería imposible no afectar la zona de la selva.   

El daño que se ha causado por las obras de este Tren Maya es “irreparable” por lo que ambientalistas insisten y no se cansan de pedir se detenga la construcción del tren, aunque ya esté muy avanzada.

Desde un principio, los habitantes de Playa del Carmen (Quintana Roo) sabían que esta zona, donde se encuentran más de 1,800 kilómetros de cuevas y dos de los ríos subterráneos más grandes del mundo, iba a ser un punto importante del proyecto, aunque el Gobierno aseguró que la obra se desarrollaría paralela a la carretera.

Sin embargo, poco después, los planes cambiaron y las autoridades decidieron modificar el trazado para mandarlo justo en medio de la selva, con la consiguiente deforestación.

Ante ello, grupos de ambientalistas alzaron la voz para evitar el paso del tren en este punto y proteger decenas de cuevas y cenotes (pozos de agua de gran profundidad) afectados por la construcción del Tramo 5 del Tren Maya, uno de los más polémicos de la obra y que va de Cancún a Playa del Carmen.

“Nos manifestamos e hicimos un SOS muy grande para decirle al Presidente y al Gobierno ‘esperen, no puede ser, no podemos destruir lo poco de selva que nos queda’, pero no fuimos escuchados”, lamentaron especialistas.

De acuerdo con cifras de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), las selvas húmedas en México, el ecosistema representativo del sureste mexicano, han perdido un 49 por ciento de su territorio y de lo que aún se conserva, el deterioro alcanza el 66 por ciento en las últimas décadas.

Uno de los expertos, Roberto Rojo, miembro de la organización Sélvame del Tren en Quintana Roo, afirmó en entrevista para EFE que, de los 254,000 kilómetros cuadrados (25,4 millones de hectáreas) hoy sólo quedan 40,086 kilómetros cuadrados (4 millones de hectáreas), algo agravado por el megaproyecto, y esto al 16 de octubre del año pasado.

En concreto, subrayó que la falta de planeación y de conocimiento de la zona originaron que se empezaran a afectar las cuevas al meter 17,000 pilotes de 1.2 metros de diámetro a 25 metros de profundidad para sostener las obras del tren.

“Eso significa acribillar el acuífero de Quintana Roo con resultados inimaginables, no sabemos qué vaya a suceder cuando este acuífero se comience a contaminar”, recalcó.

Uno de los principales problemas, aseguró Aracely Domínguez, presidenta del Grupo Ecologista del Mayab (Gema), fue la premura por concluir la obra, lo que llevó a ahorrar procedimientos que pueden tener consecuencias “muy graves”.

La construcción del Tren de la Muerte -como también ya se le conoce- ha implicado la tala de más de 7 millones de árboles entre 2019 y 2023, reconoció el Gobierno federal en respuesta a una solicitud de información que dio a conocer en días pasados el portal digital de noticias Animal Político. 

El tramo 5 Cancún Tulum, de acuerdo con la respuesta de Fonatur Tren Maya, es el de mayor impacto de deforestación, con 3 millones 505 mil 908 árboles talados, seguido del tramo 6 Tulum-Chetumal, con 2 millones 670 mil 190.

Y esta cifra habrá que tomarla con las reservas del caso, porque seguramente será un dato ya “maquillado” como en su momento se hizo con las cifras de muertos por la pandemia, siendo que el mismo encargado de diseñar las estrategias para el combate de COVID-19, el nefasto Hugo López Gatell, admitió que por cada caso reconocido de muerte por coronavirus había 5 más, es decir que siendo complacientes, al menos deben haber sido derribados los 10 millones que contabilizan los ambientalistas.

En uno de sus más recientes spots de campaña en su aspiración de convertirse en presidenta de México, la candidata de la colación “Juntos Haremos Historia”, Claudia Sheinbaum, presume su lado ambientalista. Se le observa sentada platicando con la dirigente nacional del Partido Verde y el Consejero Nacional de ese instituto. En el video, Claudia expresa:

“Yo estudié Física, después hice maestría y doctorado en Ingeniería y Energía. Eso me llevó a ser parte del panel intergubernamental de Cambio Climático. Sembramos 35 millones de plantas y árboles. Hicimos la planta solar más grande en cualquier ciudad. Dos plantas de reciclamiento de basura, que son las más grandes de toda América Latina. Ya no podemos pensar en el crecimiento económico si no pensamos en la sociedad o en el medio ambiente. ¡Que viva el Partido Verde!”.

En precampaña, grabó otro spot de 30 segundos, en donde se le ve caminando en un parque, y relata que cuando estuvo al frente de la capital implementó una serie de medidas en materia ambiental.

El video finaliza con la frase: “Creo en un México sustentable con bienestar”.

Pero nosotros podemos decir “no creemos en Claudia Sheinbaum”, quien frente al ecocidio registrado en la selva del sureste del país, fue incapaz de levantar una ceja, un dedo o la voz para oponerse, para impedirlo, para expresar inconformidad, para ser un contrapeso.

Sheinbaum representa lo mismo que el gobierno en turno; la destrucción, la demagogia y el servilismo.

De qué le sirve presumir estudios de licenciatura, maestría y doctorado, si al final de cuentas obedece a ojos cerrados a un personaje que tardó 14 años en terminar su licenciatura y sus acciones están dirigidas por su gran odio y desprecio a todo lo que existió antes que él.

opinión.salcosga@hotmail.com

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