El secuestro de Ismael “El Mayo” Zambada hizo escalar nuevamente la tensión en la relación bilateral México-Estados Unidos la semana pasada que en su rueda de prensa mañanera la Presidenta Claudia Sheinbaum reclamó de forma implícita la “Pax Narca” que, consideran, EU se robó de Sinaloa.“El fin no justifica los medios” reprochó la Presidenta al reiterar que Estados Unidos sigue sin dar la información que México pide sobre lo sucedido el día 25 de julio que Zambada aterrizó en un pequeño aeropuerto de Nuevo México, junto con Joaquín Guzmán López, cuya traición ha desatado toda una narco guerra en Sinaloa.En esa misma mañanera, el titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero, acusó también que Washington nada les había dicho de la clonación de la matrícula del avión y del piloto que llevó al fundador del cártel de Sinaloa y al hijo de su ex aliado y también fundador de esta organización criminal, Joaquín “El Chapo” Guzmán. Más tarde en un comunicado, la FGR difundía que el gobierno estadounidense cumplía ya 10 semanas de no responder a los requerimientos de mayor información, y que han pasado a cuenta gotas desde las primera peticiones que hizo el ex Presidente Andrés Manuel López Obrador.Esa fue la ríspida respuesta de Sheinbaum y Gertz Manero a las declaraciones del embajador de EU en México, Ken Salazar, en el sentido de que más que provocar enconos entre ambos países, la detención del capo debía considerarse como “una victoria” que se debía celebrar.Versiones periodísticas aseguran que en la detención y traslado de “El Mayo”, efectivamente participaron agencias antidrogas de Estados Unidos a espaldas del entonces Presidente López Obrador, lo cual es a todas luces ilegal e inaceptable, porque viola la soberanía del País. Detrás de los reclamos de información del gobierno mexicano está esa creencia, que hasta el momento no han reclamado en forma directa.Pero lo que también es cierto, es que AMLO opto siempre por la “Pax Narca” con el cártel de Sinaloa, cuyo poder, según la propia versión de Zambada, podía citar al Gobernador Rubén Rocha Moya, y al ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Héctor Cuén, para mediar en el conflicto por el control de esa escuela pública. La infiltración narca en el gobierno de Sinaloa, quedó clarísima, cuando la Fiscalía estatal intentó ocultar el asesinato de este último personaje en la misma reunión en la que sometieron a “El Mayo” para subirlo al avión que los llevó Estados Unidos.Ahora que Sheinbaum atribuye también la violencia en Sinaloa a esta detención de la que Estados Unidos no les informa, como la hacía su mentor político López Obrador, parece también apostar a esa “Pax Narca”, que consiste en no tocar ni perseguir a los capos, como nunca se hizo con Zambada, con la falsa idea de que así no se genera la violencia, pero que siempre termina erosionando y debilitando al Estado, como pasa ahora en muchas regiones de México.