Dice la psicóloga infantil -de origen venezolana- Nubia Almeida Valera que cuando los pequeños se manifiestan con rabietas o berrinches, “Lo que honestamente ayuda muchísimo es el autocuidado emocional. No responderá igual un adulto desgastado, agotado, incómodo... a un adulto descansado y seguro de querer ayudar a sus hijos con habilidades propias”. Y agrega que hay que ser “capaces de relajarse y respirar para no gritar o actuar impulsivamente producto de la desesperación”. Y precisamente de esa manera reaccionó la presidente Claudia Sheinbaum ante la pataleta -por motivos ya de sobra conocidos-, no entre niños, sino de los un “poco más creciditos” legisladores de Don Augusto López Hernández y Ricardo Monreal.Claudia, abordada en Palenque, Chiapas -durante su gira del fin de semana-, con una sonrisa y mucha tranquilidad dijo: “... es un asunto menor... se va a resolver... no tienen ningún problema” y solamente pidió “cabeza fría, tranquilidad” para resolver las diferencias que habían surgido entre ambos. Y ya en Palacio -durante la conferencia del lunes por la mañana-, con la misma cara de tranquilidad y mucho optimismo, la presidenta fue muy clara al expresar que “Ellos tienen claro lo que significa el movimiento y la transformación. Este malentendido tiene que resolverse y no puede ser un tema de recursos que lleve a una discusión, pero se va a resolver”. La mandataria siguió “al pie de la letra” -en público y ante el pleito a la vista- las recomendaciones de la psicóloga Almeida Valera, que señala que “hay que valorar las emociones, respetar el sentir -de quienes se enfrentan o discuten- y darles el apoyo y respeto, y esa guía será la que brinde las mejores oportunidades”.Los ‘rijosos” el lunes por la noche arribaron como “corderitos” a Palacio Nacional, supuestamente para reunirse y aclarar diferencias sobre la discusión del presupuesto y acusaciones ante la secretaria de Gobernación Rosa Icela Rodríguez, con la que aparecieron los líderes legislativos en la fotografía que les “obligaron” tomarse para demostrar que “hacen política por el bien del país y del movimiento que representamos”, según dijo la intermediaria. Pero, si la reunión era con Rosa Icela, ¿por qué no la hicieron en la sede de la Secretaría de Gobernación? Porque estando en la sede oficial del gobierno y además “casa particular” -por el sexenio- de la presidenta, era obvio que Sheinbaum iba a encabezar la “velada” -como lo confirmó la presidenta ayer por la mañana- y no que hubiera “pasado por casualidad” donde estaban reunidos y aprovecho para “saludarlos” y desearles Feliz Navidad. Lo que no estamos seguros es si frente a los legisladores y al “espectáculo” que han dado públicamente, Claudia “fue capaz para no gritar o actuar impulsivamente” -como dice la psicóloga- para pedirles que sean “empáticos, que se dominen y no pierdan el control” y que tan temprano empiecen a echar a perder la fiesta del segundo piso de la Cuarta Transformación. Según Claudia, en la reunión se mostró mucha “unidad" entre los “rijosos”, ¿pero no sería más bien que les dieron un buen “jalón de orejas”?¿Usted, qué opina?