Al margen de las inevitables frustraciones, que durante varios días serán motivo de pesadillas recurrentes para los incondicionales de los equipos que se quedaron en el camino en la primera fase de la “Liguilla” (Atlas, Toluca, Monterrey y América), hubo consenso, hasta donde se advierte, en varios aspectos:1) Los cuatro dobles duelos de la fase de Cuartos de Final del torneo que está en plena etapa de las definiciones, resultaron intensos, emotivos y equilibrados.2) El desenlace de esas confrontaciones se dio en los términos deseables de toda contienda deportiva: limpiamente; quizá con algunas imperfecciones en las decisiones arbitrales -los inevitables pintitos en el arroz-, pero en ningún caso del género de las escandalosas o de la especie de las sospechosas.3) Atlas, al vencer al Puebla en el partido de ida, y Toluca, al hacer lo propio con un Cruz Azul que llevaba una seguidilla de 19 encuentros sin derrota, se confirmaron como las sorpresas agradables del certamen, en contraste -de alguna manera- con León y Tigres, cuyos planteles e historiales recientes invitaban a incluirlos entre los grandes favoritos, no solo para calificar al verdadero campeonato sino para disputar el título.4) Monterrey y América, a consecuencia de sus dramáticas derrotas, se sumaron a la lista de los descalabros más ruidosos de la temporada… aunque -como ya quedó dicho- tanto sus argumentos futbolísticos como la vergüenza profesional de sus jugadores, exhibidos en todo su esplendor en las batallas decisivas, fueran encomiables. * Del elenco inicial de los favoritos de los observadores, uno quedó con vida: el Cruz Azul. Su presencia en la fase de semifinales obliga a aludir a los fantasmas que sistemáticamente se han manifestado en las campañas de las últimas dos décadas… pero también a la esperanza -para sus simpatizantes- de que por fin se rompa el maleficio. * Por supuesto, Santos Laguna, Pachuca y Puebla llegaron a esta fase con entera justicia y por merecimientos propios. Más allá de sus historiales, de las figuras de sus planteles o de las inversiones realizadas por sus dirigentes, están donde están, en parte, merced a un sistema de competencia que reparte premios y castigos en forma un tanto heterodoxa, probablemente…, pero también, principalmente, por obra y gracia de esfuerzo, disciplina y, al final de cuentas, resultados. Nadie les regaló nada. Lo que tienen, lo ganaron a pulso y en buena lid. jagelias@gmail.com