El gobernador Aristóteles Sandoval se puso reflexivo sobre el mensaje que enviaron los ciudadanos a los priistas en la elección del primero de julio.Criticó la insistencia de los tricolores a sólo mirarse el ombligo y decidir de espaldas a la ciudadanía; también criticó a su partido -y de paso le dio un raspón a Enrique Peña Nieto que viene la próxima semana a Jalisco- por la indefinición para defender las causas progresistas en lugar de las decisiones tecnócratas, frías y hasta “conservadoras”.Ese fue el góber crítico. El mismo que pelea junto al PRI ante tribunales para meter a Manuel Alfaro, su secretario privado, como legislador en el Congreso local, y que también empuja al mismo personaje como sucesor de Ramiro Hernández en la dirigencia del PRI Jalisco.Político que no se muerde la lengua no es político.***Los diputados del Congreso local pueden hacer una pequeña gran diferencia al levantar su manita que pocas veces se alza ante medidas tan claras y simples.Se trata de una modificación al reglamento interno para que funcionarios no puedan contratar a familiares como es el caso de las diputadas Juana Ceballos Guzmán y Refugio Ruiz Moreno, que tienen a sus hijos bien amacizados en la nómina.El conflicto de interés, la ética y la vergüenza no son suficientes para que las legisladoras entiendan que sus hijos, José Luis Coronado Ruiz y Andrea Guerrero Ceballos, cobran dinero de los ciudadanos.¿Quién no quisiera a su mamacita como jefa? En la iniciativa privada está bien, pero en el Congreso y con dinero público, se necesita, en sentido figurado, no tener mamá.Ojalá los diputados aceleren y dejen clara esa regla ahora que la probidad también tiene que ser normada.***La promesa de retirar a los “apartalugares” con el nuevo sistema de parquímetros virtuales de Guadalajara quedó en el olvido. Ni la “socialización”, oferta de empleo y labor de convencimiento dieron resultado.Los llamados “viene viene” siguen operando y, según testimonios, ya hasta en “gestores” se convirtieron al pedir el monto al ciudadano para pagar por el espacio en un establecimiento y quedarse con una mochada. ¡Lograron “modernizar” también a los viene viene!
