Una de las glorias del rey de los deportes en la historia de los Charros de Jalisco y del beisbol mexicano, el llamado “Flaco de Oro”, don Jaime Corella, “cachó la última bola en el juego de la vida”, y ha trascendido para brillar en “el gran estadio llamado cielo”, según dieron a conocer con gran pesar miembros de su familia.Jaime Corella nació el 19 de Julio de 1937 en Cananea, Sonora y fue encumbrado en 1991 como miembro del Salón de la Fama del Beisbol Profesional de México. Fue un pelotero de excepción, distinguiéndose por su enorme calidad defensiva, lo que le llevó a ganar dos veces el mejor porcentaje defensivo como receptor (.998) en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), primero lo hizo en 1959 con los Sultanes de Monterrey y después en 1970 jugando para Charros de Jalisco. En ambas temporadas ganó el Guante de Plata y durante siete años seguidos fue el líder defensivo del circuito veraniego.Jaime Corella era un pelotero defensivo magistral, siempre con sus piernas abiertas y el guante enfrente, y cuando un corredor se iba al robo, desde esa misma posición lanzaba sus riflazos y generalmente sacaba el out. Lo cierto es que difícilmente le robaban las bases, porque sacaba a quien lo intentaba tirando sentado, sin levantarse, con una gran fuerza en su brazo. Fue uno de los mejores receptores mexicanos que siempre mostró su inteligencia al llevar desde su posición el control del juego, manejando estupendamente a los lanzadores, además de conocer a la perfección a los bateadores contrarios.Es considerado por los expertos como uno de los catchers que poseía los mejores recursos físicos y mentales para desempeñar con toda dignidad su posición. El tan admirado sonorense fue calificado por beisbolistas y cronistas especializados como el mejor de su época.Jaime Corella se inició con Sultanes de Monterrey en la Liga Mexicana de Beisbol en el año 1958, jugó con los regiomontanos durante 12 temporadas, siendo sus mejores campañas las de los años 1962 y 1963, al batear porcentajes de .337 y .295, respectivamente, que fueron sus mejores números a la ofensiva en el circuito de verano.Fue campeón con Sultanes en el año 1962 y con los Charros de Jalisco en la inolvidable serie del campeonato de 1971, cuando dirigidos por Benjamín “Cananea” Reyes “le sacaron de la bolsa” la corona a los Saraperos de Saltillo.Para quienes tuvimos la oportunidad de disfrutar esa memorable serie campeonil, resulta aún de gratísimo recuerdo, especialmente el último cotejo, en que la destreza, pero sobretodo la entrega deportiva de “El Flaco de Oro” dio como resultado evitar que Saraperos anotara en el marco de una sensacional jugada en la que de no haber mediado un valiente bloqueo magistral del plato que Corella hizo, el juego hubiese tomado sin duda otro derrotero y Charros quizá no hubiese conquistado el campeonato.Jaime Corella vistió también las franelas de Córdoba, Tampico y Tigres de México, donde se retiró en 1976. Participó en el circuito de verano por 18 temporadas y jugó siete campañas en el beisbol de invierno, alineando cinco de ellas con Yaquis de Ciudad Obregón, equipo al que ayudó a ganar su primer campeonato en la temporada 1965-1966; una con Naranjeros de Hermosillo y otra más con Venados de Mazatlán. Corella cumplió en total 25 campañas en el beisbol mexicano.El Gobierno de Guadalajara entregó recientemente un merecido reconocimiento a Jaime Corella por su exitosa trayectoria.Honor a quien honor merece, es un privilegio haber conocido y visto jugar a Jaime Corella y más orgullo el gozar de su amistad.