La popularidad o aceptación se le está ‘yendo de las manos’ al inquilino de Palacio. Solamente si revisamos el AMLOTrackingPoll de la empresa de investigación de opinión pública Mitofsky ha realizado en los últimos tres meses, nos damos cuenta de lo catastróficos que son los mensajes o pronósticos para López Obrador.El 22 de junio pasado el informe de la agencia revelaba que la aprobación del presidente había llegado al 46.1 por ciento, el nivel más bajo desde que se inició la medición por parte de la compañía que dirige Roy Campos. Y la desaprobación se ubicaba en un histórico 53.5 por ciento.Y si observamos el fenómeno en los primeros días de esta semana, las cifras -aunque la aprobación es alrededor del 56 por ciento- van disminuyendo en décimas de punto de manera constante, por lo que debe de ser preocupante para el hombre que sueña con continuar seis años más con la transformación del país.Si a esta situación -que es una tendencia a la baja- le agregamos las ‘metidas de pata’ de AMLO, como la del miércoles pasado cuando se hizo ‘el sordo’ ignorando las preguntas que los reporteros en la mañanera le hacían sobre los cinco jóvenes desaparecidos en Lagos de Moreno y respondió con una anécdota, chiste o pendejada, eso le resta personalidad a su investidura -si es que alguna vez la ha tenido-, omite asumir su responsabilidad como Jefe de Estado y se pone en ridículo a nivel nacional e internacional, acelerando que se ponga en entredicho su competencia, restándole imagen y aumentando sus niveles de desaprobación.Aunado a la desaprobación a la figura del líder del movimiento ‘transformador’ del país, viene otro problema que incrementa los riesgos de que la ‘corcholata’ que resulte agraciada con la nominación pueda encontrar grandes obstáculos en el camino a llegar a Palacio Nacional. Me refiero a los problemas al interior de Morena que ya han salido a la luz pública. Y es ni más ni menos que al pleito ‘ya cantado’ entre los punteros de las encuestas. Claudia y Marcelo, quienes ya han dejado de lado las formas, y del lado de Ebrard ya ‘sacó más las uñas’, mostrando sus inconformidades por la preferencia que tiene Sheinbaum por parte del aparato federal para lograr el objetivo de llegar a las urnas en junio del año próximo.Así que actuar como ‘bufón’ de Palacio -que parece que también es sordo-, la caída paulatina de aprobación de López, las grietas que empiezan a aparecer al interior del partido oficialista por los ‘jaloneos’ entre su aspirantes presidenciales y la inesperada y sorpresiva efervescencia que ha causado el Frente opositor, el verano se le acaba al inquilino de Palacio y ya viene el otoño, que muchos lo interpretan como “la pérdida o declinación” cuando se refiere a algunos aspectos de nuestras vidas.¿Usted, qué opina? Daniel Rodríguezdaniel.rodriguez@dbhub.net