El escritor satírico Ambrose Bierce define así a la política en su divertido Diccionario del diablo: “Conflicto de intereses disfrazados de lucha de principios. Manejo de los intereses públicos en provecho privado”.Esta definición humorística de la política tiene su aplicación práctica en un caso local: las contradicciones de Movimiento Ciudadano. Mientras en las tribunas de la Cámara Alta y Baja, los legisladores naranjas de Jalisco defienden una cosa, aquí en el rancho ponen en práctica otra.Comparto cuatro ejemplos: militarización, presupuesto a partidos políticos, aborto legal y derecho a la verdad.Uno. Los senadores Clemente Castañeda y Verónica Delgadillo recién proclamaron aireados discursos contra la militarización del país y votaron en contra de la iniciativa presidencial para ampliar hasta 2028 la presencia del Ejército en las calles.Castañeda usó estas palabras: “No nos doblamos ante presiones del púlpito presidencial. Nuestra postura contra la militarización del país se mantiene firme”.Sin embargo, días antes el gobernador Enrique Alfaro expresó su apoyo al Presidente: “Necesitamos al Ejército ayudando en las tareas de seguridad pública” y “Aquí en Jalisco no creemos en el falso debate que hoy está polarizando a la nación”. Incluso tras la reciente balacera en Zapopan, el mandatario acompañado de un mando militar felicitó el actuar de los mismos soldados que desde la tribuna del Senado los naranjas critican como una salida falsa al problema de la inseguridad.Dos. La agenda emecista a nivel federal pugna por eliminar el presupuesto a los partidos políticos: “El dinero debe utilizarse para resolver los problemas de los ciudadanos, no en el despilfarro de los partidos políticos”. La campaña #NiUnPesoALosPartidos tiene posturas como: “¿Por qué los ciudadanos confían cada vez menos en los partidos? Porque partidos como el Verde viven del dinero de la gente”.Pero a nivel local, la bancada naranja en el Congreso de Jalisco apoyó la iniciativa de la diputada Érika Ramírez del Verde –que era un copy & paste de la legisladora naranja Priscila Franco– para aumentar en 2023 el presupuesto a partidos políticos de 168 millones de pesos a más de 400. Así lo confirmó Paula Ramírez Höhne, titular del IEPC Jalisco, con lo que zanjó la lectura tramposa de que esa reforma significa un “ahorro” como aseguran sus promoventes.Esa “Ley Kumamoto” que derogaron es la misma cuya paternidad reclamaron en 2017 como ex diputados locales Verónica Delgadillo, Salvador Zamora, Ricardo Rodríguez Jiménez y Fabiola Loya Hernández, al asegurar que era su iniciativa promovida desde 2014, y que les había fusilado el independiente.Tres. Cuando AMLO propuso una consulta sobre el aborto legal, tras aprobarse en Argentina, la Evolución Mexicana –eslogan del partido naranja– respondió con la campaña: “Los derechos no se consultan. Será ley”. Dante Delgado, dirigente nacional emecista, tomó la tribuna: “Aquí están nuestros votos para que el derecho a decidir sea un derecho y no un delito”.En Jalisco, pese al fallo de la Corte que obliga a garantizar este derecho, Quirino Velázquez, coordinador parlamentario naranja, argumentó falta de acuerdos y subrayó la libertad para que cada diputado decida: “en nuestro grupo no hay una línea específica”. A nivel federal, MC no tiene los votos para la reforma; a nivel local, sí.Cierro con una interesante reforma constitucional que promueve el senador Castañeda para garantizar el derecho a la verdad en donde todo ciudadano debe “recibir información veraz y verificada de parte de las instituciones del Estado”.Con clara dedicatoria a las mañaneras del Presidente, la exposición de motivos asienta que el servidor público o gobernante, al informar a la población, debe ofrecernos “una certera aproximación a la realidad”.El chiste naranja se cuenta solo.
