Todo indica que el ciclo escolar 2019-2020 concluyó el pasado 20 de marzo, y así deberían señalarlo las autoridades propias y las oportunistas, evitando salidas tan simples como afirmar que el ciclo escolar concluirá “en línea”. Estamos seguros que si a quienes hacen ese tipo de declaraciones se les preguntara que quieren decir con eso de “en línea” no podrían explicarlo más de dos minutos, admitiendo que el primer minuto se les iría en divagaciones. Resulta mucho más objetivo y honesto aceptar que primero está la salud, y que por lo mismo, el ciclo presente, interrumpido, se recuperará por tales o cuales acciones en el siguiente, lo mismo que la respectiva evaluación, lo demás es confundir la política con las verdaderas condiciones de los escolares, y las explicables carencias de los sistemas “en línea”. Ni el sistema escolar de los Estados Unidos ha podido responder “en línea” a la emergencia, menos aún nosotros con medios rurales en ocasiones privados hasta del acceso a internet. Por lo mismo es muy de elogiar lo que han declarado los únicos que deberían hacerlo, los maestros, los directores de escuelas, lo mismo básicas que medias o superiores, acerca de todos los mitos que existen sobre el dominio de una educación “en línea” que estamos todavía lejos de poder dominar.La vida después de la plagaNo cabe duda que toda la humanidad tendrá que reflexionar seriamente y ajustar su modo y estilo de vida, a las nuevas circunstancias que se enfrentarán después del COVID-19. Independientemente de que se logre la vacuna contra el mismo, lo cual aún los más optimistas consideran que será no antes del próximo año, la humanidad como nos muestra la historia ha sufrido periódicamente plagas que la sacuden profundamente. Para las generaciones que viven la experiencia de la plaga, como somos los que ahora estamos vivos, existe la obligación de discernir el significado y las consecuencias de esa experiencia. Ya muchos analistas y estudiosos han señalado que debemos analizar profundamente los valores y principios, así como reflexionar sobre el sentido que debe tener la pertenencia e identidad tanto de cada uno de nosotros, como de las sociedades y lugares en los que el destino nos ha colocado.Por supuesto que este tipo de experiencias nos obliga a reconocer, de buena o mala gana, que somos creaturas y no hemos decidido por nosotros mismos llegar a la vida, por lo que debemos aceptar que algo o alguien nos ha creado con algún propósito. No es posible, racionalmente, afirmar que todo es producto del azar y que tanto la vida como lo que la humanidad ha creado a través de su historia no tiene ningún sentido ni propósito y que con la muerte se vuelve todo a la nada. A cada quien le toca interpretar el sentido de la vida de acuerdo a su idiosincrasia, creencias y principios religiosos, pero los humanos tenemos el sentido inmanente en nuestra naturaleza y conciencia, que esta vida es un tránsito y que lo que se ha logrado a través de la historia tiene un sentido y responde al ejercicio del libre albedrío, que nos hace distinguir entre el bien y el mal y nos permite dar una interpretación trascendente a todo lo que sucede y ha sucedido en los pocos miles de años que el humano apareció en el planeta. A pesar de la maldad y crueldad que la humanidad ha sufrido en diferentes épocas, el balance de nuestra historia revela una evolución hacia una concientización creciente basada en la ética y la moral, como lo señala Teilhard de Chardin.por Sergio López RiveraMaestra de letras, rimas y versosEs un afán encomiable encontrarse cada mañana con la siempre grata presencia de las décimas de Lupita. Maestra de letras, rimas y versos; la muy querida poetisa Guadalupe Martínez Galindo nos obsequia de manera cotidiana, y a primera hora del día, un par de décimas con “una llamada a la reflexión”; atribuida de manera singular a algún personaje de nuestra tierra entrañable, relacionado o cercano a “José, su mexicano de a pie”; que bien pudiese ser cualquiera de nosotros.Tengo poco tiempo de conocerla –mediados de febrero pasado– merced a la presentación virtual, de nuestra mutua amiga belga-mexicana, Françoise Huppertz. Uno de esos enlaces que, en verdad, jamás se terminan de agradecer. La maestra Lupita, radica, crea y escribe desde Tehuacán, Puebla. Y hasta allá me permito hacerle llegar un saludo cariñoso, con todo mi respeto y motivado por el Día del Maestro.Esta semana llegó a mis manos el volumen número uno de sus “Décimas Reflexivas del Mexicano de a Pie”, libro que abarca todo un semestre de sus oportunos poemas cotidianos. Para exhibir una muestra de su ingenio y amenidad creativa, me he visto en grave apuro, puesto que la gran mayoría, si no es que todos, valían la pena de ser compartidos. Finalmente me he decidido por el que corresponde a la fecha de mi cumpleaños. Cuando aún no tenía el gusto de conocer a Lupita, pero cuyo tema va con mi forma de pensar y de ser, que sin duda me ha dejado muy valiosos y dulces recuerdos a lo largo de la vida…“Aunque hoy se mire en desuso / ser galante y caballero / el reafirmar un ‘te quiero’ / con unas flores incluso / no sólo lo hace un iluso. / Para que en amor no falles / cuando de pasión estalles / en romances sé muy ducho / las chicas aprecian mucho / estos atentos detalles. // No son cosa del pasado / abren voluntad y puertas / que cerradas, son abiertas / no de amantes anticuados / sino de bien educados. / Muestran ternura y candor / predisponiendo a favor, / lo gris pintan a colores, / el aroma de las flores / enmarcará bien tu amor. // A su novia Nicanor / regala el ramo mejor; / es vecino de José / ‘un mexicano de a pie’. 2 de diciembre de 2019.”El más fuerte de los abrazos, a los muy queridos y admirados Maestros, en su día.por Uriel Eduardo Santana SolteroComplejo escenarioEstamos bien, pero no tan bien como estuvimos antes de ahora. Nos atosiga la información de inseguridad en diversos sentidos; algunos optimistas apuntando a una vida tranquila gozando de paz.Sin embargo el concepto de la corrupción con la complicidad aún nos distingue en la justicia social creando la inquietud generalizada por la pandemia sin fecha definitiva de su abatimiento para respirar sin tapabocas de clase alguna.Esa inseguridad nos abate con el incentivo de mejorar la educación en todos los niveles, para encontrar los medios científicos con los medios naturales, que nos sosieguen con disciplina para encontrar la supervivencia sana que todos anhelamos. Mientras tanto la vigilancia y cubre bocas no cede y apunta penas a los infractores.Dios nos guarde de la discordia.sicpm@informador.com.mxpor Carlos Cortés Vázquez