Pesar o privilegio de la vida es alcanzar la ancianidad con trayectoria de reconocimiento en el medio profesional de la cinematografía. Sin duda, exige esfuerzo generador de admiración, como el del actor protagonista de James Bond.El personaje del 007 creado por el novelista Ian Fleming al que dio original presencia en la pantalla el actor Moore forjó la trayectoria futurista de un personaje acumulando decenas de películas y expresiones a partir de 1969 —casi medio siglo—.Sus actuaciones van de acuerdo a su personalidad de varón guapo y distinguido ganando preferencia en el sexo, buscando seducirlo y contrariedad en sus oponentes en el área de manejo de drogas en Estados Unidos. Los antecedentes de Bond parten de la Real Academia de Arte Dramático y la Marina Británica alcanzando el grado de Capitán con capacidad en el pilotaje de aviones y helicópteros, mismas que propician sus aventuras. De ninguna forma era improvisado y así lo demostró.Los vehículos forman parte del andamiaje usado con habilidad por Bond con extraordinario funcionamiento impulsado por la tecnología, que muestra novedades dando pauta a posteriores adecuaciones en el empleo cotidiano.Roger Moore aportó un sentido consistente al personaje Bond 007, y su larga vida que lo llevó a la senectud, ha concluido a la edad de 89 años con precedentes singulares que lo hacen inolvidable, y aunque Moore desaparece en este mundo, su peregrinar por el arte fílmico permanece en la memoria ratificado en más de cincuenta producciones, incluidas varias para la televisión donde también obtuvo reconocimientos.La improvisación no fue característica de Moore y todo el tiempo demostró tenacidad para lograr aquello que se proponía sin mengua de ánimo, ante y fuera de las cámaras.Dios nos guarde de la discordia.