“Lo más natural” es que los miembros de cualquier tipo de comunidad exijamos a las autoridades en turno y a las áreas correspondientes que resuelvan los problemas sociales a las que se enfrenta la misma; sin embargo, con todos los asegunes posibles, me parece que ahora la responsabilidad de detener la pandemia -en cualquiera de sus modalidades- corresponde en buena medida a la sociedad. Es decir, si se tratara de un juego de futbol, estaríamos hablando de que “el balón se encuentra en nuestra cancha, y no son los árbitros vendidos, ni las autoridades rateras” las que habrán de solucionar el grave problema que implica la mortalidad y capacidad de contagio de la variante Delta que ya se encuentra en Jalisco y que tal pareciera que hasta el momento a nadie aflige (salvo a los familiares de quienes ya se encuentran contagiados o que ya fallecieron).El “respiro” que se pudo vivir durante algunas semanas en que parecía que el número de contagiados vislumbraba un posible término de contagios masivos -y las consecuentes muertes- ha quedado en el olvido. De buenas a primeras se supo de la llegada de la variante Delta, que en combinación con la falta de conciencia y responsabilidad de gran parte de la población que se decía harta del encierro cuaresmal y necesitada de volver a la “normalidad” para poder sobrevivir económicamente salió a las calles e inundó todas las cervecerías de cualquier rumbo, bares, restaurantes, centros comerciales y salones de eventos, para volver a ubicar a nuestra entidad -en especial la zona metropolitana de Guadalajara- entre las más peligrosas del país, lo que ocasionó que las autoridades reaccionaran para intentar hacer algo al respecto.Es así como desafortunadamente la irresponsabilidad de algunos -no pocos- ha puesto en riesgo el enorme esfuerzo realizado por el equipo de expertos de las diferentes universidades de la entidad -especialmente de la Universidad de Guadalajara- y de las autoridades de las mismas, quienes conjuntamente con las áreas administrativas, docentes y estudiantiles han puesto su parte para que podamos tener una mejor calidad de vida.Lo rescatable de las experiencias vividas es que en este momento no hay cerrazón de parte de las autoridades para hacer lo que sea necesario a como de lugar -al fin que ya pasaron las elecciones-.APUNTELos implicados en la mesa de salud tienen la alta responsabilidad de definir, respetando los riesgos, si los universitarios regresan a las aulas de manera presencial o híbrida, pero serán los jóvenes los que tienen la última palabra (ahora son los más afectados), pero al mismo tiempo son ellos los que más “vuelo a la hilacha” le están dando, abarrotando los lugares de “esparcimiento” como los que he mencionado, a un ritmo que seguramente pronto habremos de lamentar… seamos o no responsables de ello.
