La sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que obligó al Instituto Nacional Electoral (INE) a reembolsar al partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) 206.6 millones de pesos abre el riesgo de que los partidos políticos la tomen como un pretexto para volver a posponer la discusión de las iniciativas para reducir el gasto millonario de estos institutos políticos, que ha sido un añejo reclamo social y una de las más incumplidas promesas de campaña de los candidatos de todos los colores y sus dirigentes partidistas.Como se sabe, durante su estancia como secretaria general en funciones de presidenta morenista, Yeidckol Polevnsky prometió que el partido del Presidente Andrés Manuel López Obrador renunciaría al 75 por ciento del financiamiento público, para ser los primeros en cumplir este compromiso y poner fin a los despilfarros que siempre se han registrado en el gasto de los partidos políticos.Siguiendo esta petición, el INE le retuvo a Morena estos 206.6 millones de pesos correspondientes a tres cuartas partes del financiamiento de enero y febrero de este año, pero no los devolvió a la Tesorería de la Federación (Tesofe) como era la petición de la hoy ex líder morenista, por el temor a que el TEPJF le ordenará, como sucedió, reembolsar esta cantidad, que por cierto, quedó depositada ya en las cuentas bancarias morenistas.La pregunta ahora es si Alfonso Ramírez Cuéllar, quien fue ratificado por el TEPJF como nuevo dirigente interino de Morena en sustitución de Polevnsky, mantendrá esta petición, o atendiendo directrices del nuevo grupo hegemónico en ese partido, no combate la sentencia del Tribunal y recibe el total de las prerrogativas, más de mil 700 millones de pesos, y se convierte, como el año pasado, en el partido político que más dinero obtiene.Si bien el fallo del TEPJF no dejó sin efectos la reducción del 75 por ciento, sino sólo ordenó que sea el Consejo General del INE y no su dirección de prerrogativas donde se discuta y en su caso se apruebe esta petición.En caso que se apruebe, la retención se volverá a hacer a partir del mes de abril, aunque también el INE puede recibir una solicitud de la nueva dirigencia perredista.Un cambio de postura no sólo sería un mal debut de Ramírez Cuéllar, sino que dejaría también mal parado al Presidente y a una de sus principales banderas políticas, como es la austeridad. Además de que volvería a echar por la borda el debate para reducir el financiamiento público en puerta, para el regocijo de los partidos políticos, que siempre optan y aprovechan cualquier coyuntura para patear el bote y evadir el tema, porque en el fondo no quieren renunciar a esos presupuestos millonarios.jbarrera4r@gmail.com