Tuve la suerte de poder asistir una vez más al Abierto Mexicano de Tenis, en Acapulco, y fue ahí donde estuve analizando a uno de los tres mejores jugadores de todos los tiempos a nivel mundial, Rafael Nadal.Uno siempre se pregunta dónde está la diferencia de este gran jugador con respecto a otros tantos que son parte del ranking de la ATP, y si uno estudia de manera detenida cada cosa que hace, se da cuenta que es mucha la diferencia contra todos los demás jugadores.Estuve en uno de sus entrenamientos, era el segundo del día, fue acompañado con su equipo de trabajo, Carlos Moyá, ex número uno del mundo y entrenador de Rafa, un jugador para pelotear y un preparador físico y masajista.El tiempo del entrenamiento fue de dos horas, cada una con muy buena intensidad, principalmente desde el fondo de la cancha.Uno observaba los golpes, su potencia, la intensidad, y me parecía increíble lo que veía, pero a pesar de todo eso a Rafa no le gustaba, y se exigía más, y también a su equipo, hablaba con ellos y regresaba a jugar, mientras la pelota giraba a velocidades increíbles, revoluciones que pasaban de las 5.000, algo impresionante, pero seguía exigiendo y exigiendo a su equipo que quería tener más sensibilidad en su golpe.Cambió cinco raquetas en ese entrenamiento, tomó grandes cantidades de agua, líquidos hidratantes, se cambió de playera, y volvía a platicar y a exigirse nuevamente en cada golpe.En todos esos momentos nunca tiró la raqueta al piso, nunca gritó desesperado, siempre con el gesto serio de un gran profesional, ni una sola broma, solo pidió algo de silencio a unas señoras que no dejaban de molestarlo, y claro está, de distraerlo diciendo incoherencias.Ya en el partido, estuve muy cerca de él y pude otra vez constatar que es un gran profesional, y que solo le interesa ganar, no hay más, y no importa que si las cosas salen bien o no, siempre hay que luchar y en cada punto se le veía como quería mejorar el anterior, y así sucesivamente.Poniéndose en el fondo de la cancha, casi pegándole un raquetazo a los árbitros del fondo, y desde ahí a correr todas las bolas, dándole una potencia impresionante, buscando siempre de acabar con la mínima esperanza de su contrario.¿Por qué tiene tantos tics o rituales? cada uno sirve para tenerlo en orden, que no se desconcentre en nada, que cada uno lo ubique para pensar qué hacer el próximo punto, solo eso, nada para atrás y nada más a futuro, el próximo.¿Cómo podemos describir a Nadal? Disciplina total, no hay otra cosa más importante, garra, corazón, metas claras, luchar siempre para ganar el partido de hoy y así ir sumando cada día.Por esas razones es el ganador de 19 Gran Slams y 87 torneos, es el gran secreto. Qué bueno que sigue jugando y sigue pensando por más a pesar de todos estos espectaculares resultados.