Aunque no es tan fácil definir el concepto de carisma, sí resulta una cualidad muy importante para ganar una elección. Es una capacidad de generar un impacto significativo entre el público, generando admiración, atracción, entusiasmo y provocar una conexión emocional con las personas. De tal manera que sus palabras logren influir en la admiración y la forma de pensar, provocando una cierta lealtad. Lo que acaba por marcar claramente una diferencia con los contrincantes políticos que no lo tienen, lo cual se va a reflejar en las elecciones, teniendo más probabilidades de ganar frente a sus oponentes.El carisma es un don personal que se refleja en las actitudes, en la manera de expresarse y sobre todo en la forma de tratar a la gente, porque tienen un ángel especial y caen bien de entrada.Desde luego que nos hacemos esta pregunta, para aplicarlo a las dos candidatas a la presidencia de la República. Claudia es una mujer inteligente, bien preparada académicamente, con confianza en sí misma y experiencia en el gobierno. Pero algo le falta, y muchos señalan que es precisamente que no tiene el carisma, que por otro lado sí tiene Xóchitl, que llega fácilmente a las emociones de afecto con su simpatía y entusiasmo. Aunque algunos señalan que esos atractivos no son suficientes para vencer el poder de convocatoria y lealtad que tiene Morena, y que respalda a Claudia, gracias al carisma de Amlo.Vamos a ver, porque el carisma no es suficiente; también cuentan las políticas y propuestas, su historial y la infraestructura y apoyo con la que cuenta en la campaña. A veces vale más la credibilidad y el impacto de las ideas que se exponen en los discursos que solo el carisma.Hasta ahora el debate se ha centrado en la continuidad de todo lo bueno que se ha logrado en la 4t de Amlo, versus una visión que proclama todo lo contrario, entre corrupción, inseguridad y dispendio lleno de demagogia y mentiras.La política electoral tiene mucho de emocional, y si un candidato tiene liderazgo y cae bien, puede acabar por vencer en las urnas, por el simple hecho de crear un fenómeno viral, que las encuestas no pueden aún detectar, por ser un efecto de última hora. Así que el debate es también entre el voto duro y comprometido, que ya tiene Claudia, versus la frescura emotiva del carisma de Xochitl. Todavía falta mucho camino por recorrer, esto apenas inicia.