Del alto grado de infiltración delincuencial en las policías municipales hay ejemplos de sobra. En Jalisco, en lo que va del sexenio, van 14 corporaciones de este nivel intervenidas.El caso de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, que tanto se ha evocado aquí estos días por el caso de los estudiantes del CAAV sacrificados por el narco, es paradigmático por el hecho de que fue en las propias patrullas municipales de Iguala en las que se trasladó y se entregó a los jóvenes a los capos que dominaban el Estado de Guerrero. Fue el primer caso que documentó cómo el narco tenía a muchas de las policías del país a su servicio.En febrero pasado vivimos en Tecalitlán un caso similar. Elementos de la Policía de ese municipio detuvieron a tres italianos y los entregaron a los líderes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en la zona. Nada se sabe de ellos hasta ahora.En el trágico episodio de los tres jóvenes estudiantes de cine, lo que se sabe hasta hoy es que la Fiscalía del Estado ordenó la detención de cinco policías de Tonalá, cuatro hombres y una mujer, por haberse negado a auxiliar a la novia de uno de ellos que acompañaba a los jóvenes al momento de su secuestro, y no haber reportado a sus superiores del incidente. No se sabe aún si fue por negligencia, miedo o por complicidad con los agresores, ya que un juez ordenó su liberación al considerar que se les violó el debido proceso.En la investigación de la Fiscalía, dada a conocer el lunes pasado, se asegura que quienes llegaron armados y a bordo de dos vehículos para llevarse a los estudiantes, a quienes creían sicarios del Cártel Nueva Plaza, mostraron insignias de policías investigadores de la Fiscalía y eran en realidad pistoleros a las órdenes del CJNG.El caso es que entre los que desconfían de la versión que arroja la investigación de la Fiscalía, y que desdeñan llamándola la “verdad histórica”, aseguran tener indicios, compartidos por corporaciones federales, de que los que le llevaron a los estudiantes a los capos para torturarlos, por suponer que estaban a las órdenes de El Cholo, quien rompió con El Mencho y le disputa el control de la plaza, efectivamente fueron elementos de la Fiscalía cooptados por el CJNG.Es por eso que además de exigir que intervengan en la investigación investigadores y peritos independientes, quieren también que la Procuraduría General de la República (PGR) atraiga el caso. A partir de esta hipótesis, dicen, la Fiscalía estaría siendo juez y parte.Habrá que ver si esta versión la confirma o la descarta la indagatoria que hace la CEDHJ, y lo que los coadyuvantes externos que ya aceptó el gobernador Aristóteles Sandoval observen de la carpeta de investigación. Expediente que el Gobierno defiende a capa y espada.jbarrera4r@gmail.com
