Ya se están alineando las cosas. Ya casi todos están listos para arrancar cuando no han arrancado desde antes. Movimiento Ciudadano (MC), con Enrique Alfaro, actual presidente municipal de Guadalajara, se presenta como el favorito. De hecho muchos afirman la inevitabilidad de su victoria. Lo dan por descontado. La campaña será un día de campo. Yo no lo creo. ¿Cuantos han comenzado en primer lugar para terminar perdiendo? Muchísimos. Además Alfaro tiene una enorme debilidad. Su furia y prepotencia incontroladas, lo han llevado hasta a insultar a ciudadanos al ser cuestionado por ellos y a acusar a toda disidencia crítica de comprada. Si se le provoca de forma correcta lo pueden hacer pedazos. Desde mi perspectiva, a pesar de tanto oráculo o adivinador, la lucha por la gubernatura sigue abierta.El PRI ha hecho de nuevo una buena selección. En la misma línea del PRI para su candidato presidencial, se trata de un político decente, con experiencia y capacidad para el cargo. Miguel Castro además es de trato amable, tanto en medios como en corto. Es simplemente un político. Pero válgase la repetición es del PRI. Partido quemadísimo no tanto por su actuación local. Hay corrupción sí. Pero no a los niveles de Javier Duarte en Veracruz, por citar un ejemplo. Ni tampoco ha habido escándalos tipo la “Casa Blanca”. A nivel federal la corrupción en este sexenio no tiene precedente cercano. A tal grado de ser bien descrito como el sexenio de Hidalgo. Y los jaliscienses no toleramos la corrupción ni escándalos. De hecho, a mi juicio esa fue la razón de la vuelta al PRI después de tres gobiernos panistas.En Jalisco, como ya sabrá usted lector, el Frente o coalición del PAN-PRD-MC, no ocurrirá. Por ello, cada uno de esos partidos irá aparentemente solo. Es comprensible. Al saberse favorito, Alfaro decidió no ir en coalición. Desde su perspectiva, se trataría de un compromiso innecesario, estorboso. Incluso considera no le ayudaría, sino todo lo contrario. El PAN si en serio quiere competir en lugar de arrodillarse ante Alfaro con un mal candidato, habrá de presentar un candidato de primer nivel. Carismático, conocido, decente, buen orador; por lo menos. En otras palabras, casi casi expectacular. Recordemos. La terrible administración de Emilio González Márquez dinamitó al PAN. Es un partido muy mal herido.De hacerlo así, podría —como ya es costumbre en México y Jalisco no es la excepción—, tratarse de una elección entre tres y no dos. Ahora bien. Lo sé. El PRD en Jalisco es propiedad del propietario de nuestra universidad pública. Pero cuando se trata de poder hasta las cosas más inimaginables pueden pasar. Por ello, una alianza electoral PAN-PRD en Jalisco, con un espectacular candidato extraído o extraída de donde se pueda, no solo convertiría a la elección entre tres, sino se convertiría en una candidatura con muy serias posibilidades de ganar. ¿Tendrán la madurez tanto el PAN como el PRD? Serán capaces de sacrificar sus ambiciones personales por una candidatura competitiva? Veremos.
