El último viernes de 2024, la Presidenta Claudia Sheinbaum se desbordó en optimismo sobre el futuro de México. Desde Palacio y durante la mañanera, al preguntársele sobre su pronóstico y expectativas para el 2025, la Mandataria simplemente dijo: “Muy bien, nos va a ir muy bien, muy bien, requetebién”, parafraseando a Delfina Gómez, la gobernadora del Estado de México, quien en alguna ocasión así se refiriera sobre el futuro del Estado mexiquense bajo su administración. Para Claudia, “México tiene con qué” y que eso será suficiente para salir adelante.Por supuesto que “México tiene con qué”, eso siempre lo hemos sabido, el problema son las cúpulas gubernamentales que se han encargado de “echar al traste” el promisorio futuro que muchos analistas económicos nacionales e internacionales le ven a nuestro país por sus recursos, su gente y la cercanía con Estados Unidos -esto último en lo que se refiere al desarrollo comercial y los esquemas de infraestructura que se pudieran copiar-.Además, a la problemática tenemos que agregar el divisionismo ciudadano que erosiona las metas de proyecto de país, provocado por las corrientes políticas que se han encargado de desunir a la nación, en lugar de enfocarse en unificar esfuerzos en la resolución de problemas enquistados y que se han convertido en un “cáncer” para el desarrollo.Un caso concreto es el de la seguridad, que en la mente de todos los mexicanos es un asunto prioritario y que desafortunadamente no se ve solución en el corto plazo. La semana anterior, el periódico Reforma llevó a cabo una encuesta en la que preguntaba si se estaría de acuerdo en que Estados Unidos ayude al Gobierno federal para combatir la inseguridad. Y aquí se vio la manera en que estamos divididos en asuntos nacionales prioritarios; el 50 por ciento de los entrevistados dio un NO rotundo, mientras que el 46 por ciento se dijo favorable a la medida. Y de esa mitad de personas que favorecen la participación estadounidense, el 64 por ciento dijo que “operativos conjuntos” sería la mejor solución, mientras que un 24 por ciento se declaró abierto a la “intervención” del país vecino con “operativos encubiertos de Estados Unidos”.Es obvio que el problema de la inseguridad ha superado la capacidad del Gobierno federal y que solos, con los recursos que disponemos y con el esquema en activo, seremos incapaces de regresar la tranquilidad, la paz y hacer de las calles de México más seguras.Así que para qué “nos vaya requetebién” debemos de tener una mentalidad más abierta a la realidad en que nos encontramos, dejar de lado los nacionalismos mal entendidos y aceptar los ofrecimientos de asistencia, cuidando por supuesto los principios soberanos, pero sin envolvernos en la bandera y cerrar los ojos a la emergencia que nos enfrentamos. ¿Usted, qué opina?daniel.rodriguez@dbhub.net
