El 23 de agosto de 2019 -durante la mañanera- el presidente López Obrador criticó al expresidente Felipe Calderón por opinar sobre la seguridad pública, diciendo que fue él “quien le pegó un garrotazo a lo tonto al avispero y nos metió en esto que estamos padeciendo todavía”. Incluso lo llamó “comandante ‘Borolas"', haciendo referencia cuando usó un uniforme militar -que supuestamente le había quedado grande- señalando que fue el exmandatario quien inició la guerra en contra de los narcotraficantes. La respuesta de Calderón en aquel entonces fue de que a él no le quedaba el saco, “pero a otros el cargo les queda grande”.Tres años y medio después regresan -aunque muy frecuentemente lo menciona en sus verborreas matutinas- los ‘elogios’ directos y con calificativos de parte del inquilino de Palacio Nacional en contra de Calderón. La semana pasada, con motivo de la declaratoria de culpabilidad en el juicio en contra de Genaro García Luna, AMLO calificó la postura del expresidente de “cinismo”, cuando hizo referencia a la carta en donde el exmandatario se desligó de responsabilidades sobre los nexos que mantuvo su secretario de Seguridad Pública con los carteles del crimen organizado. “En el fondo del asunto, que es lo que se omite, es cuál es la explicación que le va a dar al pueblo de México sobre por qué nombraste a García Luna y si sabías o no sabías. Es lamentable que tenga el cinismo de defender eso y llamarle valentía”.Y a propósito de “cinismo”, como podemos calificar la postura que asumió el presidente López Obrador el miércoles cuando se vanaglorio del resultado del veredicto y dijo: “¿Ustedes creen que si hubiera ganado Anaya o Meade habrían juzgado a García Luna?. ¿Verdad que si ha habido cambios?. Estas cosas no se veían. Y vamos más adelante, vamos a seguir avanzando en la transformación”. La pregunta es, ¿acaso fue la Fiscalía mexicana quien lo detuvo?. La respuesta es no. El 9 de diciembre de 2019 -apenas cinco meses después de que fuera sentencia Joaquín “Chapo’ Guzmán- las autoridades estadounidenses detuvieron en Dallas, Texas a García Luna, acusándolo de cargos relacionados con el tráfico de drogas entre el 2006 y el 2012, por conspiración y un cargo por hacer declaraciones falsas, según informó el Departamento de Justicia del país vecino. En aquel entonces el Fiscal Federal del Distrito Este de Nueva York, Richard P. Donaghue, dijo que “el arresto muestra la determinación de traer a la justicia a aquellos que ayuden a los carteles a infligir un daño devastador a Estados Unidos y México, sin importar las posiciones que ocuparan mientras cometían sus crímenes”.Entonces, ¿de que se vanagloria el presidente con esa aseveración?.Ah, y un día después -el jueves- cuando seguramente le hicieron ver su error, quiso componer el desaguisado de esa declaración cuando reconoció, “Si, sí es una llamada de atención, porque se debió juzgar aquí” e inmediatamente después cínicamente quiso ‘adornarse’ al decir que “nosotros tuvimos los elementos -para detenerlo-, se presentaron, -pero- ya lo habían detenido”. Entonces podemos decir, que irresponsabilidad que teniendo ‘los pelos en la mano’ no actuaron a su debido tiempo, que poca eficiencia de la autoridad correspondiente y que estúpida aclaración. Fue Estados Unidos quien hizo la tarea y México ni siquiera metió las manos. ¡Qué cinismo el de Palacio!¿Usted, qué opina? Daniel Rodríguez daniel.rodriguez@dbhub.net