El dato eriza la piel: 285 policías municipales de 30 alcaldías de Jalisco han sido procesados por desaparición forzada en este sexenio. La necromáquina, como la llama la académica Rossana Reguillo, condena a sus víctimas tras una detención, una revisión de rutina, un servicio criminal coludido y hasta por diversión. Más de la mitad de los casos se registraron en diez municipios, incluidos cinco metropolitanos: San Miguel el Alto (27), Tlaquepaque (25), Zapopan (21), Guadalajara (21), Casimiro Castillo (19), Poncitlán (16), Autlán de Navarro (12), Tlajomulco (12), Tonalá (10) y La Barca (9). Otros municipios son San Ignacio Cerro Gordo (9), Lagos de Moreno (8), Puerto Vallarta (8) y Tala (8). ¿Cuántas personas desaparecieron a manos de estos policías? ¿Cuántos más patrullan en este momento con el uniforme puesto? ¿Hasta dónde operan con la anuencia, por acción u omisión, de un superior, un político, un alcalde? ¿Cuántos de los 15 mil 103 desaparecidos en Jalisco -más de 9 mil solo en este sexenio- pasaron por las manos de un policía? Los policías municipales se convirtieron en el “primer respondiente” del crimen organizado para cometer desapariciones forzadas. Según el artículo 154-A del Código Penal de Jalisco, “comete el delito de desaparición forzada de personas el servidor público, el particular actuando por orden de autoridad o integrante de los cuerpos de seguridad pública que prive de la libertad a una o más personas, cualquiera que fuere su forma, seguido de la negativa de reconocer dicha privación de libertad o de informar sobre la suerte, destino o paradero de la persona”.No fue el Estado: es el Estado. Por momentos pierde nitidez la frontera entre criminal y policía, criminal y empresario, criminal y político. “Hablemos con prudencia de estos temas, (hay) muchos casos de ausencia voluntaria”, declaró Enrique Alfaro esta semana. El mandatario pidió que mejor contemos a los localizados. Hay muchas maneras de abordar el problema, pero ninguna si negamos el problema. La información sobre policías procesados me la entregó la Fiscalía del Estado de Jalisco vía transparencia tras varios meses y un recurso de revisión; corresponde al periodo de 2019 a marzo de este año. Hoy es el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas. Evité intencionalmente los adjetivos al escribir esta columna. La realidad, por sí sola, basta para quien quiera verla. jonathan.lomeli@informador.com.mx