El primer incidente en periodo abiertamente electoral entre Enrique Alfaro y Aristóteles Sandoval ocurrió ayer.Alfaro acusó a la Policía estatal de intimidarlo en un tramo carretero en Los Altos durante su gira como precandidato a gobernador. Le cerraron el paso, dijo, se bajaron con armas largas, “en un acto evidente de provocación”.Aristóteles Sandoval respondió que se trató de una medida de seguridad de la Fuerza Única al detectar un convoy “con hombres armados no identificados” y que redujo el reclamo a una táctica electoral de victimización.En esta H. Fuente, a partir de este momento, damos por inaugurado ahora sí el periodo electoral 2018. Váyanse haciendo a la idea porque este es apenas el primer round.***El candidato de a mentiritasCómo anda la caballada en el PAN Jalisco que cada vez más voces señalan viable que el descolorido diputado local Felipe Romo Cuéllar sea su candidato al Gobierno estatal.Romo Cuéllar fue regidor en 2007 y presidente municipal de Encarnación de Díaz “La Chona” de 2012 a 2015.El legislador ha tenido un papel más gris que brillante en su paso por el Congreso de Jalisco con 172 iniciativas de acuerdo legislativo, la mayoría en bloque con la fracción panista.Uno de sus “logros” es haber sido presidente de la Mesa Directiva del Legislativo en 2016 y presidir la Comisión de Ganadería. Los mal pensados dicen que el acuerdo del Frente local incluyó que el PAN ponga un sparring a modo para Enrique Alfaro.***Contralor sin contraloríaComo alma en pena se vio en los pasillos del Congreso local a Manuel Rodríguez Murillo, quien fue nombrado contralor interno del Tribunal Electoral estatal y no ha podido tomar posesión del cargo.El frustrado contralor fue a buscar el apoyo de los legisladores y lo más que obtuvo fue un amago de los diputados para promover una controversia constitucional. Todo pinta que el asunto se va para largo por la vía judicial y Rodríguez Murillo tendrá que esperar en la banca.