Nunca como ahora se ha presentado para su aprobación al Congreso un presupuesto con tantas fallas que, al parecer, se hizo al “troche moche”. Se castiga a las universidades institucionales para favorecer a las 100 patito. Ya vamos conociendo a nuestro Presidente, qué bueno que reconoce cuando se equivoca. Dice él que en el presupuesto a universidades hubo un error, “hizo el compromiso público de que no se reducirían los recursos a las universidades y que recibirían el presupuesto acordado”. En cuanto a la partida destinada a Relaciones Exteriores, se habían olvidado de los consulados.Las técnicas para elaborar presupuestos son bien conocidas por los profesionales en ciencias económicas y lo aconsejable para los presupuestos gubernamentales es partir de la base cero, que consiste en analizar cada partida y asignarle los fondos suficientes para su operación eficiente y oportuna, quitando donde sobra y agregando en donde falta.Al parecer, lo que hicieron fue tomar el presupuesto del año anterior y aumentar lo que cada secretaría pide. Así se van concentrando los requerimientos de más personal, más mobiliario, más equipo, más vehículos, más insumos.Por su parte, el Congreso ejerce su función crítica y reasigna, reubica, reacomoda partidas, quita y pone, siempre teniendo buen cuidado de no afectar intereses vitales y menos los propios de las cámaras. Por su parte, el Ejecutivo y el Legislativo cabildean para que no modifiquen su presupuesto en lo sustancial que son las partidas del gasto corriente: sueldos, emolumentos, gratificaciones, bonos de productividad, aguinaldos, gastos de viaje, ciertas comodidades como vehículos, choferes, custodios, celulares, viáticos gastos de representación regalos para otros funcionarios, remodelaciones de oficinas y obras suntuarias, seguros de vida, de enfermedades mayores y menores, extensivos a sus familiares. Son las pequeñas recompensas por dedicar su vida al estresante servicio público, que al fin y al cabo no pintan en los miles de millones que se manejan y sólo son para los funcionarios de cierto nivel para arriba.Si la función de elaborar el presupuesto de egresos se encomendara a profesionales independientes, partirían de la base cero. Esto es, que en ningún ramo debe partirse de lo ejercido el año anterior, sino que se justifique la necesidad de cada erogación con relación al servicio que prestará o el beneficio que obtendrá. Que se compruebe que cada persona que figura en la nómina realmente existe, tiene una función específica, que su remuneración corresponde al puesto que desempeña y que concurre invariablemente a desempeñarla. Garantizo que se llevarían la sorpresa de su vida.El Gobierno que México necesita, es aquel que no permite se violen impunemente los derechos de los demás, los ciudadanos nos sentimos ofendidos doblemente por la audacia irreflexiva de los técnicos que elaboraron el presupuesto que suprimen la compensación universal de los impuestos. Se requiere que la autoridad asuma el papel para el cual fue electo. Queremos que nos resuelvan los problemas; no nos gusta que desciendan a nuestro nivel, ni que nos traten como a menores de edad en donde nos tiene colocados la Ley Federal del Trabajo. El pueblo quiere que tomen su papel en serio, que lo saquen de la pobreza, no que le den limosnas. El titular del Poder Ejecutivo no es la autoridad, ni el Gobierno es suyo, la autoridad se la ha conferido temporalmente el pueblo y el Gobierno es el órgano mediante el cual se ejerce la autoridad.