Esta semana, de una u otra manera y en mayor o menor grado todos nos hemos visto exaltados por los premios Oscar de la academia norteamericana a favor del director, fotógrafo y Cineasta Alfonso Cuarón y casi por contagio de los que participaron en esta aventura y aunque el mérito es absolutamente personal, a los mexicanos nos gusta apropiarnos de los éxitos de algunos connacionales y es que por otro lado tenemos tan pocos logros que es explicable ese sentido de apropiación.No he visto la película, pero eso es por una neurastenia personal ya que creo que si una obra es buena, no debemos llevarnos por la novedad que puede crear en nosotros un espejismo; si una obra es buena mejorará con el tiempo, sí, se nos da el buen cine, incluso en mucho cine que desconocemos: no sé si usted sabe que Juan Rulfo, a mi juicio nuestro más grande literato, era una persona profundamente relacionada con la fotografía y con el cine donde tuvo una profunda y notable participación que necesita ser conocida y honrada en su nivel.También es cierto que la globalización ha permitido que públicos extranjeros, sobre todo, observen un mundo que les es extraño. En una ocasión platicaba con una traductora sobre los textos traducidos y ella afirmaba que toda traducción suena necesariamente mágica porque es describir en otro idioma manifestaciones que antes de la traducción no existían en ese mundo, de manera que ella lo hacía, lo hacía mágico y algo parecido pasa con el cine y más cuando por el nombre de ésta la mayoría de personas pensarían en la ciudad de ese nombre y no en una colonia de la gran Chilandostlán.A algunos les ha gustado “Roma”, a otros no, pero prácticamente todos están de acuerdo en que la ambientación y la fotografía son extraordinarios y eso que la cinta está rodada en blanco y negro, lo que para muchas personas -sobre todo jóvenes- era inconcebible.Pero lo que personalmente me atrae de este film es que a priori la considero como un acto de introspección y eso es un acto que a mi juicio engrandece ya que la universalidad nace de la individualidad y así nuestro señor don Quijote debe ser universal gracias a que era profundamente manchego y eso me hizo recordar alguna frase leída sin que por desgracia tenga el dato del autor que decía que la memoria personal es el único santuario que no puede ser violado y creo que “Roma” es una recreación de una situación particular y varias memorias de relaciones personales entrañables e inolvidables que harán que el reflejo de otras relaciones que serán propias nos retroalimente.Así pues vaya mi felicitación al laureado director y a sus actores y colaboradores, sin los cuales la realización de este filme no hubiera sido posible y que permitirá que ustedes y yo tengamos una agradable experiencia como público, que al final toda obra puede ser gozada después de compartida.@enrigue_zuloaga