El diferendo entre la UdeG y el Gobierno estatal me parece sumamente interesante para nuestra vida pública. Creo que es un ejemplo de las posibilidades que ha alcanzado la producción de la verdad en la era de los datos y los medios digitales. Nunca se había elucubrado tanto y con tan pobres resultados, en soliloquios y aparentes debates, el presupuesto universitario. Las más de tres horas de la mesa de trabajo del pasado sábado entre el rector Ricardo Villanueva y los diputados del Congreso de Jalisco dejaron las cosas en el mismo punto. Ningún bando cederá. ¿Miente el gobernador? ¿Miente el rector? ¿Mienten los diputados? Para mentir, en el sentido estricto y clásico del concepto, hay que saber la verdad y deformarla intencionalmente, dice Jacques Derrida. No es lo mismo mentir deliberadamente que ignorar la verdad por error, prejuicio o simple incapacidad. No todo lo que es falso, abunda el filósofo francés, es imputable a una mentira. Una clave en este debate es la “buena fe”. Sobre la postura de los actores involucrados, siempre quedará la duda, ¿hablan de buena o mala fe? Si hay mala fe, mienten. Si hay buena fe, sólo yerran. Pero si alguno cree en su propia mentira, a sabiendas de que es incorrecta, entonces se autoengaña. Mentir a los demás caracteriza a la política tradicional. Mentirse a sí mismo para mentir a los demás cae en otro terreno, el de la posverdad. Fascinante, ¿no? ***Vox Populi, Vox Dei (la voz del pueblo es la voz de dios). Con esa frase, Elon Musk, el multimillonario nuevo dueño de Twitter, decidió el regreso de Donald Trump a la plataforma tras una encuesta en su cuenta que superó los 15 millones de votos. El 51.8 por ciento votó a favor de reinstalar al ex Presidente y el 48.2 por ciento en contra. Uno de esos votos a favor salió de Andrés Manuel López Obrador. Que la voluntad del hombre más rico del mundo decida, en una parodia del ejercicio democrático, si Trump debe o no estar en Twitter sólo significa una cosa: en el combate al discurso del odio, la discriminación y la degradación comunicacional en Internet, los dueños del dinero mandan. Se impone su moral, sus prejuicios, su ambición. El Estado sólo es un contenedor y observador que les garantiza las condiciones necesarias para hacer negocios. Fuera de eso, les estorba. ***La comitiva jalisciense culminó su gira en la COP 27 de Egipto. Por el tono del comunicado oficial, la Cumbre Climática Mundial fracasó, pero Jalisco triunfó. Finalmente sólo acudieron la senadora Verónica Delgadillo; la diputada federal Mirza Flores; Sergio Graf como coordinador internacional en materia ambiental y Sofía Hernández, directora de Transversalidad de la Semadet. El logro más relevante de la delegación, a juzgar por la difusión que hizo el aparato estatal de comunicación durante la cumbre, fue la firma del acuerdo por la acción climática con Nuevo León (reuniones que pudieron ser un zoom, diría el meme). Hay acciones para transformar la realidad de los jaliscienses y acciones para adornarla. El viaje de nuestra delegación, ¿en qué tipo se inserta? Presume global, hazte pato local. Son muchos los pendientes en el Estado y poco el tiempo para resolver problemas ambientales como para gastarlo en caramelos y regalos duty free con viajes trasatlánticos con cargo al erario. jonathan.lomelí@informador.com.mx
