Resulta muy importante subrayar que una aspiración fundamental del hombre es la de reducir la crueldad, la agresividad, el infringir daño a los demás y al planeta mismo.Una pareja discutía sobre la determinación de ella por hacer eco en la propuesta de un día sin mujeres, con el fin de sumarse a la protesta de erradicar la violencia masculina hacia las mujeres. Y él, muy consternado le insistía en que eso es inaplazable, pero por qué nomas ese tipo de violencia y no el protestar contra la violencia misma. Ella argumentaba que, si bien es cierto que eso puede ser en general, ahorita lo que urge es trasmitir una toma de conciencia de éste lamentable comportamiento masculino.Él, un tanto desconcertado y con cierto enfado, se extendió a otros tipos de violencia que son también perjudiciales y que ni importancia se les dan, como la violencia materna a sus propios hijos, incluso el franco homicidio en el aborto, o las golpizas punitivas a sus hijos, o la violencia emocional de la sociedad en contra de las personas de la tercera edad, o la ultrajante conducta de asaltantes, ladrones y secuestradores.¿Quién ha hecho una manifestación pública para manifestar el hartazgo en contra de muchos de esos actos de violencia que acaban siendo impunes, porque incluso las autoridades se ven rebasadas por los hechos? Insistió el novio.Ella se quedó perpleja y montó en cólera cuando su novio trató el tema de que el aborto es un asesinato, y desde luego lo descartó como tal y defendió con ahínco que por ningún motivo es equiparable a los feminicidios. A lo que él respondió tajante: “Está bien, no discutamos los casos concretos, lo que debemos de considerar, sobre todo, es que los humanos debemos de ser menos violentos y más respetuosos”, en eso sí estuvieron de acuerdo ambos y con ello terminó la incipiente debacle y malestar de los dos.El asunto sigue en la mesa, no es un esfuerzo que se tira al aire, el insistir en erradicar el feroz machismo y todo tipo de conductas violentas hacia las mujeres; pero de igual manera el asunto de fondo es lanzar una campaña completa para intentar erradicar todo tipo de violencia. Sí... Todo tipo de agravios, incluyendo el militarismo, el policíaco, el deportivo y desde luego la destructividad de nuestro planeta.Los seres humanos hemos vivido una historia llena de guerras, de conquistas, de atracos, saqueos, violaciones, invasiones y desarrollo de armas de destrucción masiva. Y no hay una protesta actual, en contra de todo aquello que nos conduce a seguir fomentando nuestra impulsividad y empeño por resolver nuestros problemas y conflictos con la violencia.Qué mayor empeño virtuoso que lograr un aumento considerable de la conciencia humana con los valores más elevados, para disminuir los bajos instintos y tratar de vivir más en paz y armonía.Ya el mundo helénico, en los siglos 5 y 6 antes de nuestra era, se practicó la “Tregua Olímpica”, un acuerdo de no violencia durante el periodo de los Juegos Olímpicos, que incluía respetar las caravanas de atletas y acompañantes durante sus trayectos a las sedes de competencia.Si ya se ha logrado detener las conductas bélicas y violentas de entonces, por qué no comenzar, en este avanzado siglo XXI, con inimaginables logros científicos y tecnológicos, por promover un día sin violencia (de cualquier tipo) y así, poco a poco lograr que sea una semana, un mes o un año. Y contar con el progreso de una humanidad qué busca erradicarla.¿Será una utopía? ¿O si hay una manera de regularla? ¿Con la cárcel? ¿Con la educación? ¿Con fármacos? ¿Con la religión? ¿Encontraremos alguna respuesta?