Fue la historia del despegue meteórico de una empresa sinaloense que terminó siendo catalogada en Estados Unidos como un gigantesco fraude.Es el caso de Homex, que embaucó a miles de familias mexicanas con casas de interés social de pésima calidad y malos o nulos servicios públicos, y cuyo fundador Eustaquio de Nicolás fue detenido el 28 de abril en Guadalajara sin que se conozca bien a bien por qué de repente el Gobierno federal decidió ir por él y hasta dónde va a llegar la administración.Homex burló a inversionistas, autoridades y bancos tanto en el extranjero como en México. Sus fraudes fueron tan burdos que la Security Exchange Comission llegó a exhibir una imagen satelital de un poblado en Guanajuato donde Homex, que cotizó varios años en la bolsa de Nueva York, había reportado la construcción de cientos de casas entre 2010 y 2011. En la fotografía tomada en 2012, sin embargo, se aprecia un terreno baldío.Esa anécdota forma parte de una serie de reportajes de Los Angeles Times publicados en 2017 sobre los fraudes de los vivienderos mexicanos. Homex tiene un capítulo propio en tan horrorosa galería. https://www.latimes.com/projects/la-me-mexico-housing-chapter-2/En el artículo se menciona que por la doble contabilidad que manejaban, por sus falsos reportes de ventas de decenas de miles de casas y por la pésima calidad de sus construcciones, Homex llegó a ser conocida como Robex.En otro reportaje, este de Mexicanos contra la Corrupción (17/12/18), a pregunta expresa sobre la calidad de su fraccionamiento en Zumpango, Estado de México (en un momento Homex llegó a tener desarrollos –es un decir— en 30 ciudades) Eustaquio responde que no lo conoce “pero debe de estar bien jodido”. Sí lo estaba, tanto que la gente se vio obligada a abandonar sus casas pues eran invivibles, abandono que no los eximía de pagar la hipoteca de las mismas.Esa investigación exponía además que el empresario que vacacionaba con Peña Nieto recibió de éste un trato preferencial: mientras Homex se iba a la quiebra por sus transas y era penalizado en Estados Unidos, Expectras, una empresa ligada a Eustaquio, recibió contratos del Gobierno federal peñista por unos 700 millones, contratos que fueron entregados luego de ocurrir desastres naturales.Y no sólo eso: sino que el gobierno peñista decidió el no ejercicio de la acción penal en una acusación fiscal que ameritaba cárcel, pues Eustaquio no transfirió millones de pesos de impuestos que él sí retenía a sus empleados. Al ser cuestionado sobre esa acusación, el empresario sinaloense aseguró que ya había pagado 180 millones de pesos al SAT.“La Procuraduría Fiscal pidió ejercer acción penal contra el poderoso fundador y presidente de Homex. No obstante, el curso de esas investigaciones fue singular: las tres averiguaciones previas debieron presentarse ante un juez quien valoraría las pruebas para detener a Eustaquio de Nicolás y abrir un juicio, pero eso nunca sucedió”, se exponía en el reportaje, donde se evidenció que la PGR de Jesús Murillo Karam no secundó la acusación de la Procuraduría Fiscal del mismo gobierno.Tras conocerse la detención, el periodista sinaloense Ismael Bojórquez publicó que este amigo de priistas operó para el morenista Mario Delgado en la pasada elección estatal sinaloense.Esta semana, De Nicolás tiene una nueva audiencia. Su familia ha visto al secretario Adán Augusto López, quien les dijo que no se preocuparan por la suerte de quien ha estado en múltiples escándalos y ahora fue detenido. Pero la pregunta subsiste: ¿la detención de un personaje de este calibre es sólo por el caso Bancomext?