El viernes pasado elementos del Ejército Mexicano, de la Guardia Nacional y policías estatales intervinieron la Comisaría de Seguridad Pública del municipio de Teocaltiche, en la conflictiva región de los Altos Norte de Jalisco, que se disputan sicarios del cártel Nueva Generación y del cártel de Sinaloa sin que ninguna autoridad les ponga un freno.Este desarme y revisión de cada uno de los policías municipales se dio luego de toda un serie de hechos violentos entre los que destaca un atentado contra el alcalde Juan Manuel Vallejo, en el que murieron dos de sus escoltas, el multihomicidio de seis hombres la noche del Grito de Independencia y que el martes pasado dos soldados resultaron lesionados al detonarles una granada mientras inspeccionaban una camioneta abandonada.Este chequeo al estatus de los uniformados sobre sus exámenes de control de confianza y su Certificado Único Policial, la vigencia de la licencia colectiva de armas y su cumplimiento, es el tercero que se hace a la Policía de Teocaltiche del 2017 a la fecha.Por eso la pregunta es si está vez sí será de alguna utilidad esta intervención policial para hacer una verdadera depuración policial y sancionar a los policías que en vez de cuidar a la ciudadanía protegen y solapan a los narcos y delincuentes de la zona que los tienen sometidos con sus dádivas.Porque es claro que las realizadas en 2017 y en 2020 no sirvieron para fortalecer a esa Comisaría a juzgar por los constantes enfrentamientos entre los grupos del crimen organizado, que han provocado el desplazamiento de pobladores que han dejado comunidades completas por miedo a morir en el fuego cruzado.Habrá que ver también si algo cambia y la sufrida población de Teocaltiche recupera la calma y la paz que perdieron hace más de una década ahora que sus calles y brechas serán vigiladas por policías estatales, soldados y elementos de la Guardia Nacional.Sobre todo porque habrá que recordar que han sido varias las ocasiones que en Teocaltiche se han organizado manifestaciones populares para exigir la salida de los elementos de la Policía estatal, incluso lanzando piedras contra sus patrullas color negro, acusándolos de presuntos abusos y violaciones a los derechos humanos. Lo cierto es que hay elementos para sospechar que estas protestas son manipuladas por los propios grupos de la delincuencia organizada que envían a hombres encapuchados a las calles.En la última década se han intervenido así al menos 20 comisarías municipales sin que en una sola se note un antes y un después en cuanto a mejoras de su funcionamiento que hablen de una auténtica depuración policial y combate a la infiltración delincuencial. Ojalá esta vez sí ocurra algo positivo en Teocaltiche.
