Serán muchos los comentarios, las reacciones, las opiniones y enfoques que se le darán al mensaje del presidente Andrés Manuel López Obrador con motivo del tercer aniversario de su gobierno. Posiblemente la presunción de que “se sentaron las bases de la cuarta transformación”, de que “ lo más importante es la revolución de las conciencias, el cambio de mentalidad es lo más cercano a lo esencial y más cercano a lo irreversible”, o que “pueden darle marcha atrás a lo material, pero no a la conciencia del pueblo mexicano”; lo mismo causará polémica y dividirá posiciones cuando se refirio al “programa para proteger a los periodistas”, cuando México está considerado el país más peligrosos para ejercer esta profesión y las muertes se cuentan por decenas, además que se continuará y se castigara a los responsables de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.Muchos son los ángulos o las aristas para analizar de este balance de los tres primeros años de gobierno, pero en lo que no hay vuelta de hoja es el apoyo popular que recibe -aunque se presume que hubo muchos acarreados-. Para muestra solo basto ver la plancha del Zócalo capitalino colmada de seguidores lopezobradoristas, quienes en varias ocasiones fueron llamados “amigos y amigas” por el presidente.Aunque sobre ese apoyo, ayer el diario Reforma despliega una encuesta que titula como de ‘Baja aprobación de López Obrador’.Los resultados del sondeo muestran que en mayo de 2019 la desaprobación a su gestión era apenas del 18 por ciento, mientras que hoy es del 36 por ciento. Exactamente el doble de ciudadanos que no están de acuerdo como lleva la administración del país. Mientras lo que se refiere a la aprobación, si bien es cierto que al principio del sexenio la aprobación llegaba al 78 por ciento, hoy es del 58 por ciento, 20 puntos porcentuales menos.Los números que aparentemente desfavorecen a López Obrador continúan siendo elevados en los porcentajes de aceptación general y demostraciones públicas como ayer, cuando el 42 por ciento de las personas encuestadas hablan de que las cosas están mejor en el país y solo un 27 por ciento dicen que están peor, que contrasta mucho con el elevado porcentaje que se percibe entre observadores de la vida nacional, analistas, empresarios y muchos sectores intelectuales de México.‘Serán peras o serán manzanas’, la realidad es que el presidente navega en aguas en aguas de una amplia aceptación popular, contra fuertes corrientes en muchos rincones de la sociedad que piensan que el camino que lleva nuestro país no es el adecuado y que mucho es el retroceso y poco el progreso que se ha tenido a pesar de tanta popularidad. ¿Usted, qué opina?
