En las elecciones de este 2 de junio elegiremos a un gran número de servidores públicos. En el caso de Jalisco, todos los puestos de elección popular, desde Presidente hasta regidores municipales, cuestión por la que tanto los propios partidos políticos como las candidatas a la Presidencia y gubernaturas, han dedicado gran parte de su tiempo en apoyar a los aspirantes para ocupar puestos legislativos a nivel federal, pues si bien reciben un presupuesto infinitamente menor (gracias a Dios, pues son 500), la relevancia de su encargo no lo es para el país y mucho menos para los partidos políticos, pues es el Congreso quien habrá de permitir o evitar que el poder se concentre nuevamente en una sola persona. La pluralidad en el Congreso, así como la independencia entre los poderes, es fundamental para aspirar a una democracia medianamente sana, a pesar de que naturalmente todos los partidos políticos aspiran a obtener la mayoría en el Congreso, claro está, no porque quieran el inmenso poder que ello implica, sino para desinteresadamente proteger al país de las fauces de los voraces y corruptos políticos de los otros partidos. De verdad, qué generosos son los políticos al entregar sus vidas por la patria a pesar de que los ciudadanos somos tan malagradecidos al creer que sólo lo hacen por sus propios intereses; pero es francamente complicado no ser suspicaces, por decir lo menos, cuando vemos que quienes encabezan a todos los partidos, no se salva uno solo.El común denominador entre los dirigentes nacionales de todas las fuerzas políticas es la deshonestidad, que se refleja en carpetas de investigación por actos de corrupción, desvío de recursos públicos, enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias y un larguísimo etcétera; y son ellos quienes habrán de decidir en qué sentido votarán los diputados y senadores de sus bancadas durante la siguiente legislatura.No entraremos en detalle de todas sus tropelías, porque la Suma teológica de Santo Tomás sería un panfleto junto al documento que lo haría, pero basta para dejar en claro la calidad de estos personajes. Si recordamos que en días recientes se dio a conocer que el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno, en plena época electoral trianguló 60 millones de pesos por concepto de “capacitación”, supuestamente impartida al interior del PRI por una sola persona en 10 días; por su parte, Marko Cortés, del PAN, aceptó públicamente el reparto de puestos públicos en Coahuila; Mario Delgado, de Morena, es investigado en el Congreso de Estados Unidos por contrabandear gasolina a México para financiar campañas morenistas; finalmente, Dante Delgado, de MC, es el único líder de un partido que ha estado preso, lo que personalmente le ha servido para identificarse con Nelson Mandela, la diferencia (que vemos todos, menos él) es que a uno lo encarcelaron por defender los derechos humanos y al otro por ratero.Son un póquer de impresentables, la esperanza recae en elegir a aquellos candidatos que demuestren tener principios sólidos y una verdadera intención de servir al pueblo, resistiendo los intereses corruptos de los dirigentes nacionales. Esta elección es crucial no sólo para elegir a nuestros próximos líderes, sino también para intentar mantener un equilibrio de poder y proteger los principios democráticos esenciales para el país.