Todos los gobiernos prometen reformarse y combatir la corrupción apenas toman posesión de su cargo. Y la misma promesa se repite sexenio tras sexenio. ¿No va siendo hora de que consideremos a la corrupción como un elemento constitutivo y central del actual sistema político y no como una anomalía de “malos funcionarios”?Al menos esta es la concepción realista, en ningún sentido justificatoria, con la que el maestro Pablo González Casanova entendía la corrupción bajo el capitalismo contemporáneo.En su ensayo “Corrupción y capitalismo”, publicado en enero de 2007, González Casanova sostenía: “En tanto modo de dominación y acumulación, el capitalismo añade a sus relaciones constitutivas otras muy importantes de mediación y mediatización, de represión y negociación. En ellas la corrupción y la cooptación aparecen y reaparecen como formando parte fundamental del sistema”. Aceptando esta premisa del ya finado González Casanova, no deja de sorprender la porquería con la que operan todos los poderes públicos y todas las facciones de la clase política profesional.Un ejemplo es la magnitud de podredumbre que se revela en un audio con declaraciones del quien fuera presidente del Poder Judicial en Jalisco, Daniel Espinoza Licón. A penas a dos días del relevo en la presidencia del Supremo Tribunal de Justicia del Estado (STJE), dos grandes periodistas dieron a conocer detalles de este audio y las graves faltas y hasta delitos que se pueden encontrar en ese testimonio. El audio fue difundido por Elsa Martha Gutiérrez en sus redes sociales, en tanto que Sonia Serrano publicó un extracto del mismo en el diario NTR (https://cutt.ly/ceVZuOix). Gracias a estas confesiones filtradas de la conversación del ex presidente del STJE, Daniel Espinoza Licón, se desprenden las siguientes prácticas:Partidos y grupos políticos se reparten plazas en el Poder Judicial.Espinoza Licón admite que como alcalde de Guadalajara, Alfaro le dio la aprobación para ser magistrado y ya como gobernador, le dio visto bueno para ser presidente del STEJ.El magistrado admite que hay corrupción en el Poder Judicial, ya sea mediante el cobro de cuotas a litigantes en los juzgados o, peor aún, porque desde el gobierno se pide que se dicten sentencias en determinado sentido.Se admite que no se llega por méritos sino por cuotas partidistas: “ahora metes a cualquier pendejo”, dice el magistrado.En algunos procesos judiciales se ha llegado a crear crean “chivos expiatorios”. En otra parte del audio reveló: “Le hablo al ‘Morro’, que es el segundo del gobernador. ‘A ver, David (Bernal), esos hijos de la chingada que no mamen. Agarraron a un pendejo indigente y lo ponen como que el líder de la plaza”, dice Espinoza Licón y después agregó que llamó a la jueza y le dijo que resolviera como ella considerara. La admisión de que se crean “chivos expiatorios” es muy grave, pues no sólo se comete otra injusticia al detener a un inocente, sino que incentiva la impunidad y la comisión de delitos al no detener al sujeto que comete delitos graves, entre otros posibles, narcotráfico y violencia.Como cerezas del pastel en estas revelaciones de quién presidía el Poder Judicial, se admite que el gobernador, alcaldes, partidos y grupos políticos participan en el reparto de magistraturas y jueces en el Poder Judicial, lo que los hace totalmente vulnerables a que acepten dictar sentencias en el sentido que convenga a quienes los apadrinaron.Y finalmente, Espinoza Licón señaló que líderes de PAN le pidieron en un momento cuatro millones de pesos para ser magistrado. Aunque dice que él no los pagó, es pertinente preguntar: ¿cuánto costará ser presidente del STJE? La práctica de cobrar dinero para impulsar carreras judiciales no es nueva. El ex presidente del PAN, Herbert Taylor Arthur denunció en agosto de 2020 (diario Mural) esta práctica por ex militantes de su partido. “Chema Martínez vendiendo posiciones a cinco millones de pesos para que fuera Magistrado y después su secuaz Juan Carlos Márquez haciendo lo propio”. Ahora José María Martínez es regidor de Morena en el ayuntamiento de Guadalajara y en su momento negó estas acusaciones.Aunque muchas de estas prácticas que ocurren dentro del Poder Judicial de Jalisco ya eran conocidas, no dejan de ser graves señalamientos que al menos merecen una investigación seria por parte de autoridades responsables. Las revelaciones del magistrado Espinoza Licón no solo confirman lo que sabíamos desde hace tiempo, sino que hace más que necesaria el cambio y reforma del Poder Judicial. Y de todos los poderes públicos.