En la República Mexicana hay dos mil 458 municipios. El Estado con más municipios es Oaxaca con 570 y es el más pobre de todos, lo cual nos indica que la división municipal pulverizada no es una buena solución. El presupuesto del gasto federalizado para el año 2020 es de 3 billones 389 mil millones de pesos de los cuales solo el 4% se destina a los municipios, por lo que tienen que completar sus presupuestos con recursos propios, los cuales solo logran los más ricos aledaños a las grandes urbes.Para los municipios similares a los de la Zona Metropolitana de Guadalajara, se pueden mejorar los ingresos propios por medio del impuesto predial, el manejo directo de sus servicios municipales en vez de concesionarlos y el servicio de mantenimiento de vehículos y de sus equipos de oficina.El impuesto predial se puede incrementar sin aumentar las tasas, ajustando el valor fiscal con el valor comercial. El manejo de los servicios municipales de alumbrado público y reposición de luminarias, pavimentación y bacheo, parques, jardines y mantenimiento de camellones puede manejarse con personal propio en vez de concesionarlo, lo cual se presta a corrupción. El mantenimiento de vehículos se puede hacer en talleres propios en vez de acudir a particulares, sobre todo en servicios rutinarios como cambios de aceite, llantas, laminado y pintura, reparaciones eléctricas y acumuladores. La recolección y tratamiento de los desechos sólidos (basura) es un magnífico negocio; en muchas ciudades del mundo la explotan directamente. experimento que ya se hizo en Guadalajara en el período 1965-1968, siendo presidente municipal el Lic. Efraín Urzúa Macias y gobernador el Lic. Francisco Medina Ascencio, la explotación de la basura se hizo en forma bipartita, el Ayuntamiento hacía la recolección y aportó el terreno para la construcción de la planta en la zona de Los Belenes en Zapopan. Constaba de una fosa para descargar los camiones, con una grúa móvil que la depositaba en bandas de selección, separando en forma manual los distintos componentes: papel, cartón, vidrio, trapo, metales y otros, dejaba solamente la materia orgánica que se molía con molinos de martillos y cuchillas, luego se transportaba en forma elevada para descargar en patios de fermentación en donde se convertía en composta para mejorador de suelos en agricultura y jardinería. Se otorgó un contrato a los inversionistas por 10 años, a un grupo encabezado por el empresario tequilero Javier Sauza, que en los primeros cinco años se obtendrían utilidades para reembolsar el capital, que fue de 5 millones, costo de maquinaria e instalaciones que adquirieron en Suiza, tomando un modelo de una planta ubicada en una pequeña población en plena zona urbana y no producía malos olores por que la fermentación los eliminaba igual que a las bacterias patógenas. Todo se vendía, papel, cartón vidrio, trapo, hueso, lámina y metales, palos de escoba, chanclas, y trozos de cuero, frascos, y material plástico, principalmente.En el primer año de operación se reembolsó a los accionistas el 20% de su inversión. Llegó el cambio de gobierno con del Lic. Guillermo Cosío VidaurrI, como presidente municipal, recientemente fallecido, quien en su afán de mejorar las finanzas municipales trató de cancelar el contrato concesión, pero como estaba ratificado por el Congreso del Estado, la empresa se amparó y estuvo operando con pérdidas por el sabotaje de fue víctima. Al término del período se donó la planta al Ayuntamiento entrante. No se manejó bien, y fracasó por malos manejos. Los municipios pueden mejorar sus ingresos siguiendo estas recomendaciones.