El último estudio actuarial que mandó hacer el Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco (Ipejal) reveló aquello que muchos intuimos: las pensiones jugosas son para funcionarios de confianza. De los casi 40 mil pensionados, la mayoría son de base y reciben ingresos por retiro muy inferiores.La iniciativa del gobernador para poner un tope de 106 mil pesos a los pensionados, pero además que sea retroactivo, representaría un ahorro, sí, ¿pero eso sanearía las finanzas del organismo? Los especialistas aseguran que la medida es más de relumbrón, es decir, lucidora, pero sus alcances reales son limitados. Lo que realmente se necesita es una reestructura del modelo de aportación, orden en las inversiones y saneamiento de las finanzas.Si no se pone en marcha a tiempo una medida asertiva aunque impopular, corremos el riesgo de que Pensiones del Estado comience a costarnos directamente a los jaliscienses porque las aportaciones serán insuficientes para pagar la nómina de jubilados.Este 2021, el organismo tendrá un déficit de mil 489 millones de pesos. Si no se hace algo para corregir el rumbo, en 2029 se acabarán las reservas técnicas del Instituto y entonces sí estaríamos ante un escenario indeseable.* * *Al que todavía no llega al Congreso local y ya le han puesto varios “estatequieto” y exhibidas es al presunto futuro coordinador de la bancada de Morena, José María “Chema” Martínez, por aquello de que pretende pensionarse de manera precoz, justificando que empezó a trabajar en el SIAPA a los 13 años.El propio gobernador advirtió que no permitirán situaciones como ésta y hasta puso su nombre de ejemplo.Lo cierto es que Chema llegaría a la coordinación con una reputación muy vapuleada, que sumada a su historia no hay mucho de dónde defender.Con esto el Ejecutivo mata dos pájaros de un tiro: debilita a quien sería su principal oposición en lo que resta del sexenio, y le pasa factura a un personaje que significó un dolor de cabeza para los principales aliados del gobernador, y que son de color azul.
