En el mundo la discusión hoy ya no es tanto si tendremos o no recesión en un futuro próximo. El debate ahora se concentra en cuándo podrá estallar, de qué profundidad será y cuánto tiempo va a durar. Respecto a la fecha en la que podría presentarse el freno económico, la mayor parte de los expertos considera que bien podría ser en el año 2023.En Estados Unidos, las familias aún tienen una cierta reserva de liquidez derivada de los estímulos fiscales y monetarios que se entregaron durante la pandemia y meses posteriores. Aguantan aún algunos meses.En cuanto a la duración de ésta, no se considera que vaya a ser una recesión prolongada. Las recesiones que más han durado son aquellas que traen consigo una profunda disrupción del sistema financiero y eventualmente quiebras de instituciones importantes. En el caso de las circunstancias presentes, no se percibe eso.Así que pareciera que podría estimarse su duración quizás en algunos meses. Se podría parecer a la que se presentó en 2001 y que duró sólo ocho meses. Respecto a su profundidad, se piensa que sería también parecida a la de principios de este siglo, cuando el retroceso del PIB fue menor.¿Cuáles son las implicaciones políticas que esta circunstancia va a traer consigo?En Estados Unidos se va a facilitar el triunfo de los republicanos en las elecciones de medio término, en las cuáles tomarán nuevamente el control de la Cámara de Representantes. Faltando poco más de cuatro meses para que se efectúen, los Republicanos van arriba en las encuestas por alrededor de dos puntos porcentuales. En esta circunstancia, los márgenes de acción del gobierno de Biden en los dos últimos años de su gestión serán todavía más limitados.Para México la recesión puede traer también un impacto político.Si sucede en 2023 probablemente la economía mexicana vuelva a tener números rojos el próximo año y quizás durante los primeros meses del año 2024.Supongamos que en este año hay un crecimiento de 1.8 por ciento y en el 2023 una caída de 1 por ciento, al quinto año de gobierno el valor de la economía sería inferior en 3.1 por ciento al que se tenía al cierre de 2018.El saldo sexenal del gobierno de López Obrador en materia económica sería el peor desde que hay registros.Sin embargo, si el gobierno lograra endosar a factores externos como la pandemia o como la economía norteamericana la explicación de ese resultado y si se argumenta que pese a ello no hubo un desplome del empleo ni tampoco un aumento dramático de la pobreza, entonces quizás el gobierno actual tenga los argumentos suficientes para decir que no es responsable de ese saldo negativo.Para que la recesión que viene tuviera costos políticos para el gobierno de AMLO, la oposición tendría que contar con los argumentos suficientes para contar otra historia y además ofrecer a los electores una propuesta que sea suficientemente atractiva y convincente.¿Podrá hacerlo? Hasta este momento, no se ve que pueda conseguirlo.Veremos.