Los partidos políticos que conocemos hoy día fueron fundados durante las primeras décadas del siglo XX. Sus ideologías claramente apostaban por instaurar un Estado Mexicano adecuado para la época, pero tal parece que en ese siglo se quedaron, y con ello poco a poco fueron perdiendo la confianza de la ciudadanía.De acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental, presentada por el INEGI la semana pasada, en Jalisco, y en general en el País, 8 de cada 10 ciudadanas y ciudadanos desconfían de los partidos políticos, lo cual sin duda es preocupante, pues refleja la profunda desconexión que existe entre la ciudadanía y las instituciones políticas.Esto representa un desafío significativo, no solo para los partidos políticos en busca de representatividad, sino también para el funcionamiento efectivo de nuestra democracia, considerando sobre todo que estamos en periodo electoral y que se acercan elecciones de cargos de los tres niveles de gobierno.Existen diversas razones que podrían explicar esta desconfianza, como, por ejemplo, la percepción generalizada de corrupción, la opacidad y falta de transparencia en la gestión pública. Los escándalos de corrupción y los casos de malversación de fondos públicos también han alimentado el escepticismo y la desilusión entre la población.Asimismo afecta la falta de representatividad y conexión con las demandas reales de la ciudadanía, que han generado un distanciamiento entre los partidos políticos y la sociedad. Muchas y muchos sienten que los partidos no les representan ni defienden sus intereses, lo que contribuye a una sensación de desencanto.Y lo vemos ahora: solo tres opciones para elegir a la próxima persona que ostente la titularidad, y solo tres opciones para elegir a quien queremos que gobierne Jalisco. No hay más.Todo ello podría sustentar también la apatía de salir a votar, pues recordemos que en la pasada elección federal solo salieron a votar seis de cada 10 ciudadanas y ciudadanos. Lo mismo ocurrió en la elección por la gubernatura de Jalisco. Ante este panorama los partidos políticos tienen el reto de tomar medidas concretas para recuperar la confianza de la ciudadanía y fortalecer así el sistema democrático, pues por ejemplo, lograr atraer a esas personas que no votan podría darles ventaja por sobre sus contrincantes.Pero esto es muy improbable, porque para ello y para mejorar la percepción entre la ciuddanía, en primer lugar, es necesario que se promueva una mayor transparencia y rendición de cuentas en la gestión pública, brindando acceso a información clara y veraz sobre sus acciones y decisiones.Los partidos políticos también deben trabajar en fortalecer su conexión con la sociedad civil y la ciudadanía, lo que implica abrir espacios de diálogo y participación ciudadana, escuchar activamente las demandas y preocupaciones de la población y tomar acciones concretas para abordarlas. La inclusión de mecanismos de consulta ciudadana también pueden contribuir a generar mayor confianza y legitimidad.Pero no solo eso, deben escuchar la crítica y tomar las medidas para solventar las fallas, pues sin duda, las actitudes de las y los gobernantes también inciden en la mala percepción que se tiene de los partidos a los que representan. Otro aspecto crucial es la renovación y democratización interna de los partidos políticos. Es necesario promover la participación activa de la militancia y asegurar procesos de selección de candidatos transparentes y democráticos, sin dejar de lado que la renovación generacional y la diversidad de ideas y perspectivas en los liderazgos partidarios pueden contribuir a revivir la imagen y la legitimidad de los partidos.Aseguran voces y perspectivas nuevas, pero siguen sumando a las boletas a las figuras que hemos visto desde hace 30 años...Por último, y quizá lo más complicado y utópico, es que los partidos políticos asuman un compromiso real con el bienestar de la sociedad, dejando de lado los intereses partidistas y trabajando en función del interés público. Solo a través de acciones concretas y un compromiso real con la democracia y la transparencia, los partidos políticos podrán recuperar la confianza perdida y fortalecer nuestro sistema democrático en Jalisco. Pero ¿de verdad sus representantes consideran esto o lo único que les interesa es llegar al poder y cumplir una meta más en su carrera política? ahí la duda que responde mucho de lo aquí descrito.
