Dos datos duros: • Para cualquier observador es claro que el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, canceló el discurso de confrontación con el gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador; por el contrario, se ha cultivado un ambiente de “entendimiento” que rompe con la inercia de una relación ríspida de la que hay numerosas muestras en el pasado inmediato.• El proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el año 2022, enviado a la Cámara de Diputados por el recién estrenado secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, no considera un solo peso para proyectos de infraestructura prioritarios para el Estado de Jalisco, como lo son la Línea 4 del Tren Ligero, el saneamiento del Río Santiago o la Presa de “El Zapotillo”, como fuente de abastecimiento de agua potable para el Área Conurbada de Guadalajara y la región de Los Altos de Jalisco.Ante esta realidad, se impone una pregunta elemental: ¿Funcionó la nueva estrategia de relación con el gobierno federal? ¿Esta es la respuesta que dará la administración del presidente López Obrador al gobierno jalisciense? Aún más evidente: ¿no hay recompensa del mandatario nacional a la evidente confrontación entre el gobierno estatal y el grupo político de la Universidad de Guadalajara, dada la evidente condena presidencial a la facción política que encabeza el “Licenciado” Raúl Padilla López?En una primera lectura, podría decirse que se trata de una derrota del gobernador Alfaro Ramírez… pero el entramado de las finanzas públicas y la política federal tiene muchos recovecos. De hecho, ya se levantan las voces de diputados y diputadas de Morena que, siendo jaliscienses, sostienen que Jalisco no es objeto de un maltrato presupuestal, sino que las finanzas provenientes del gobierno federal para 2022 marcan un aumento superior al 8%, y rematan con acusaciones a la administración alfarista por la gestión del crédito de más de 6 mil millones de pesos solicitado para atender la emergencia de la pandemia del coronavirus.Pero el gobernador no va perder energía en responderle a los diputados opositores. De hecho, consiguió en pocos días (la gestión fue suya) la declaratoria de emergencia para los municipios afectados por el paso del huracán “Nora”, entre éstos Puerto Vallarta, Autlán de Navarro y Talpa.El gobernador lo negoció directamente con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López y a reserva de cambios, esperan 500 millones de pesos.Además, se prevé que los recursos económicos para “El Zapotillo” o la Línea 4 se entreguen por otras vías, sin que tengan que pasar por la asignación presupuestal.Eso sí, y sin que sea lo mejor, se impone pedir, reconocer quién manda y esperar a ser favorecido. Parece que el gobernador de Jalisco entendió cuáles son las nuevas condiciones en la relación con el gobierno lopezobradorista... hasta las próximas elecciones.¿Y el conflicto con la Universidad de Guadalajara? Ah, pues continuará mientras sea necesario.
