La única propuesta de campaña que ha prendido y generado discusión entre los candidatos ha sido la de Miguel Castro de crear otra universidad. Prácticamente todos los candidatos se han subido al tema, porque creen que eso da votos. Alfaro dijo que a él se le ocurrió primero y Lomelí dijo que Morena es quien realmente lo ha hecho. Pero, seamos serios: ¿Jalisco necesita otra universidad?, ¿es una buena idea plantear otra universidad pública en el Estado?Comencemos por el principio. Miguel Castro habla de una segunda universidad en Jalisco. Con la novedad de que ya existe y es tan mala que ni Miguel Castro, que fue diputado y cada uno de los tres años que estuvo en el Congreso votó el presupuesto de esta Entidad pública, se acuerda que existe: La Universidad Tecnológica de Jalisco (UTJ) que al menos en el papel tiene el perfil que el candidato del PRI busca.La UTJ se creó en el sexenio de Emilio González Márquez reuniendo todos los tecnológicos regionales. Ejerce cada año alrededor de 180 millones de los cuales 160 son presupuesto del Estado y los otros 20 ingresos propios y tiene cerca de dos mil alumnos. Esto es, cada alumno de la UTJ nos cuesta 80 mil pesos de dinero púbico por año, por encima incluso de un estudiante de la UNAM. Pero más allá de la eficiencia económica, que es importante pues no estamos para hacer malas inversiones, la pregunta es si una nueva universidad es una decisión que tiene que ver con educación o con la política.Crear un contrapeso a la Universidad de Guadalajara ha sido una aspiración de todo gobernador desde Cosío hasta Aristóteles. La UdeG se ha convertido en un actor incómodo para todos los gobernadores, incluso para quienes han pactado con ellos, como es el caso de Aristóteles Sandoval y lo será para el que gane, aunque sea Enrique Alfaro que es quien hoy trae el acuerdo político con los leones.En términos educativos lo que tiene sentido es fortalecer la educación técnica superior y las ingenierías. Ese sigue siendo el gran reto para Jalisco y ese es, al menos en principio, lo que dio origen a la UTJ. Crecer y fortalecer institucionalmente lo que ya existe, la misma UdeG y la UTJ, es mucho mejor que andar inventando el agua tibia.Dicho de forma clara y directa: plantear una nueva universidad para quitarle poder a Raúl Padilla o generar un contrapeso es una idea cara, mala e ineficiente.(diego.petersen@informador.com.mx)