Por favor: ni la derrota de la Selección Nacional, el sábado ante Gales en Cardiff, era motivo suficiente para proceder al desgarramiento colectivo de vestiduras, ni la victoria de ayer sobre Costa Rica, en Viena, amerita lanzar cohetes y descorchar botellas de champaña.*Los resultados, por sí mismos, en ambos casos, eran intrascendentes. Nada importante iba de por medio. Ni siquiera se comprometía la permanencia del futbol mexicano en el “Ten Top” en que el Comité de Estadísticas e Historia de la FIFA lo ha colocado... hasta en tanto los resultados de la próxima Copa del Mundo -los únicos que verdaderamente dan y quitan- digan la última palabra.Puesto que, independientemente de la etiqueta de “Fecha FIFA” que se les cuelga, se trataba de partidos de preparación -“amistosos”, se les llamaba antiguamente-, su valor de uso, su relativa trascendencia, consiste en que dejen alguna enseñanza al técnico nacional y a los propios jugadores.*En la derrota 1-0 frente a Gales, la crítica puso el acento más en las ausencias de Raúl Alonso Jiménez y el “Chicharito” Hernández, entre los habituales, o de Henry Martin y Santiago Ormeño entre sus posibles reemplazos. Queja válida, comprensible, porque la de un centro delantero apto en el aspecto táctico y contundente como rematador, ha sido una de las carencias históricas más acentuadas del futbol mexicano, aun en los mejores tiempos de Hugo Sánchez y Jared Borgetti.Ayer, en la victoria sobre Costa Rica, el funcionamiento colectivo mejoró significativamente en el segundo tiempo, merced al protagonismo táctico de Héctor Herrera, Hirving Lozano y Orbelín Pineda. Si la etapa inicial había sido un día de campo para Keylor Navas en el marco costarricense, en la complementaria debió darse de santos porque “san marcos”, en dos ocasiones, y las deficiencias de los rematadores mexicanos que pusieron en órbita balones propicios para convertirse en goles, en dos más, lo salvaron de una mancha ofensiva para de su historial como el mejor portero en la historia de la CONCACAF.*Más que probable, es casi seguro que, como conclusión de la gira, Gerardo Martino haya tomado nota de que se justifica que México sea señalado como gran favorito para clasificar al Mundial de Qatar 2022… pero para ello necesitará lo mismo que para bailar la bamba: “Una poca de gracia… y otra cosita”.(Sobre todo, “otra cosita”…).