Ante el claro episodio de negligencia criminal ocurrido en una de las estaciones migratorias del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, Chihuahua, que hasta ahora ha cobrado la vida de 39 migrantes centroamericanos y sudamericanos, y por lo que en otros países se habría detonado toda una crisis política que hubiera cobrado el puesto a funcionarios de primer nivel involucrados con el tema, el Presidente Andrés Manuel López Obrador optó por sacar del fuego a dos de sus tres más fuertes “corcholatas” que desde el día después de la tragedia se empezaron a tirar la bolita de la responsabilidad de lo sucedido.Pese a que el INM está adscrito a la Secretaría de Gobernación, su titular Adán Augusto López señaló que por un acuerdo interno de Gobierno todos los asuntos migratorios habían quedado en manos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y del canciller Marcelo Ebrard. Horas después, a través de sus redes sociales, el propio Ebrard manifestó que era una gran tristeza lo ocurrido y que dejaba “cualquier consideración de índole política para otros momentos. Cada cual debe hacer lo que le corresponde en esta hora”, escribió en clara respuesta a lo expresado por el secretario de Gobernación en una entrevista con el periodista Joaquín López Dóriga.Ayer que se vieron las caras en Palacio Nacional antes de salir a la rueda de prensa mañanera, me cuentan que Ebrard hizo fuertes reclamos a su compañero de gabinete y quien le compite por la candidatura presidencial y volvieron los señalamientos mutuos que subieron de tono, pero la discusión se quedó ahí y ya nada se dijeron en público. La “Operación Rescate” del Presidente no sólo consistió en serenar a dos de sus “corcholatas”, a los que les estalló en las manos esta tragedia migrante y les provocó un claro contratiempo en su carrera por la postulación presidencial de Morena, sino que los sacó de la escena de riesgo al encargar el asunto a la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, quien tuvo que salir a encabezar la rueda prensa a la que no asistieron ni el canciller ni el titular de la Segob, y en la que se limitó a informar que se han identificado a 8 presuntos responsables del incendio en el INM en Ciudad Juárez.Habrá que ver si los ánimos entre estas dos corcholatas no se vuelven a caldear por todas las confusiones que genera el estilo de dirigir de López Obrador su Gobierno de la autollamada cuarta transformación, donde los encargos a las y los secretarios de su gabinete se hacen con criterios políticos y no por las responsabilidades legales que la Constitución marca a cada uno de ellos.jbarrera4r@gmail.com